SANTA CRUZ DE TENERIFE, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente autonómico de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI.F), César Martínez-Araque, ha rechazado las declaraciones del Diputado del Común acusando a los empleados públicos de estar poco formados, y ha afirmado que los políticos están peor preparados que los funcionarios.
César Martínez-Araque ha explicado en una nota que la administración pública tiene una estructura piramidal en cuya cúspide se sitúan los cargos políticos, electos o no, y ha aclarado que son ellos "los que toman decisiones, los que nombran a sus asesores y asignan los cargos de confianza que seguirán tomando decisiones en niveles inferiores, entre ellas las de formación".
Estos cargos directivos, añade, "están colonizados por políticos de los que se desconoce su experiencia en el área a gestionar, capacidad técnica o titulación, e incluso, no se exige formación específica en materia de recursos humanos, trabajo en equipo, ni demostrar habilidades de liderazgo".
Según Martínez-Araque, "si una administración pública funciona mal, es porque sus jefes lo hacen mal". A su vez, destaca la preparación de los empleados públicos, que recuerda, "son quienes prestan el servicio a los ciudadanos".
El dirigente sindical del CSI.F aseguró que con demasiada frecuencia ocurre que alguien sin ninguna experiencia, sin titulación, ni formación y de quienes se desconocen sus méritos, dirija áreas en las que trabajan muchos empleados públicos con años de experiencia, y cuyas decisiones "muchas veces no son las correctas".
Aclara, además, que el informe PIACC señala que dos terceras partes de los empleados públicos han completado estudios superiores, y la mitad estudios universitarios. Y señala a los empleados públicos entre los colectivos profesionales con mejores resultados en matemáticas, comprensión lectora y resolución de problemas.
Con todo, invita al Diputado del Común a ser "valiente", rehacer sus declaraciones y señalar a los "verdaderos ignorantes" en las administraciones públicas, pues "nos indigna que una vez más se señale a los empleados públicos como ignorantes y como vagos, incompetentes, que cobran sueldazos, que disfrutan de vacaciones eternas o derechos ilimitados".
