Reabre al tráfico la GC-21, la antigua carretera de Teror (Gran Canaria)

La GC-21 reabierta al tráfico
La GC-21 reabierta al tráfico - CABILDO DE GRAN CANARIA
Publicado: lunes, 26 abril 2021 18:08

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -

La GC-21, la antigua carretera de Teror (Gran Canaria), ha vuelto a reabrir al tráfico entre Puente del Molino y la Glorieta Viaducto de Teror desde este lunes, después de que en noviembre de 2020 se cerrara para realizar trabajos de emergencia en varios taludes que presentaban peligro de desprendimiento.

El talud que más peligro de desprendimiento presentaba era el situado en el punto kilométrico 1+850, a la altura de El Roque, que además afectaba también a varias viviendas, según ha informado el Cabildo en nota de prensa.

A la reapertura de la vía ha asistido el vicepresidente y consejero de Obras Públicas, Infraestructuras, Transporte y Movilidad del Cabildo de Gran Canaria, Miguel Ángel Pérez del Pino, quien ha podido comprobar el resultado de las actuaciones que se han llevado a cabo en la GC-219, que conecta los barrios de Lo Blanco, Miraflor y El Hornillo y asume la mayor parte del tránsito de los camiones de la compañía Aguas de Teror.

Pérez ha señalado que con esta obra de emergencia se cumplen los objetivos que se había propuesto, tales como "mejorar la seguridad vial y la conectividad del municipio y de su principal industria: la empresa Aguas de Teror".

Añadió que para ello se ha trabajado en dos fases centradas en asegurar el firme de la carretera y sanear el talud que presentaba riesgo de desprendimiento. Para ello, ha explicado que se han anclado dos sistemas laterales flexibles con mallas metálicas, se ha hecho un revestimiento con la técnica del gunitado (proyectar hormigón con una manguera a alta presión) y se ha pintado con pigmentos de una tonalidad que se mimetiza con el terreno natural.

Además se han estabilizado los taludes en PK 2+250 mediante el desmonte de las partes inestables, saneando, y posteriormente procediendo a la sujeción de zonas fracturadas con la ejecución de placas de hormigón armado anclados con bulones.

Esta acción en la GC-219 ha tenido un coste de 450.000 euros y ha sido ejecutada por la empresa LOPESAN.