Archivo - Urgencias del Hospital San Pedro de Logroño - EUROPA PRESS - Archivo
LOGROÑO, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Colegio Oficial de Enfermería de La Rioja ha condenado "de forma rotunda y sin paliativos la gravísima agresión sufrida por dieciséis personas, entre profesionales de Riojasalud, seguridad y Policía Nacional, en el servicio de Urgencias del Hospital San Pedro de Logroño".
Como señala la entidad en un comunicado, "este episodio, de extrema violencia, es la expresión más visible de un problema estructural que las enfermeras llevamos años denunciando: la normalización de las agresiones en el ámbito sanitario".
Así, contabiliza que "en 2024 se registraron 82 agresiones a enfermeras en el sistema público de salud de La Rioja, que es el único ámbito en el que se recopilan estos datos de forma sistemática", mientras que "en la sanidad privada no existe un registro equivalente, lo que evidencia un auténtico iceberg de violencia invisible que no aparece en las estadísticas oficiales".
Según los datos facilitados por RiojaSalud, añaden, "en el último periodo analizado se notificaron 163 agresiones a profesionales (no solo enfermeras), causadas por 124 agresores, de los que 39 son reincidentes", algo que, a su juicio, "muestra con crudeza la sensación de impunidad que muchos agresores perciben: agredir sale gratis".
La reciente modificación de la legislación riojana este mes de julio, que endurece las sanciones administrativas frente a las agresiones y faltas de respeto a profesionales y a otros usuarios, "nació precisamente para enviar un mensaje claro de tolerancia cero".
Sin embargo, "los datos evidencian que el impacto real de estas medidas sigue siendo insuficiente y que la respuesta no está siendo todo lo disuasoria ni ágil que la gravedad del problema exige" y apuntan que "una ley más estricta sin aplicación contundente, recursos suficientes y cambios organizativos profundos deja a las enfermeras igual de expuestas".
El Colegio de Enfermería de La Rioja insiste "en la importancia de denunciar toda agresión, tanto física como verbal, por leve que pueda parecer, cada insulto, amenaza o empujón, cada menosprecio y cada humillación forma parte de un continuum de violencia que deteriora la salud física y mental de las profesionales y que jamás debe asumirse como "parte del trabajo"".
"Denunciar permite activar mecanismos de protección, visibilizar la magnitud del problema y exigir responsabilidades penales y administrativas a los agresores. Las agresiones no se explican solo por el comportamiento individual de quien agrede, sino también por entornos laborales tensos, sobrecarga asistencial y falta de recursos", dicen.
Consideran que "es imprescindible reforzar las plantillas, especialmente en servicios críticos y de alta presión como Urgencias, así como mejorar los dispositivos de seguridad (presencia de personal de seguridad, circuitos claros de alerta, formación específica en desescalada y espacios físicos más seguros)".
Porque, como aseguran, "proteger a las enfermeras es proteger la calidad y la seguridad de la atención que recibe la ciudadanía", mientras que recuerdan a todas las colegiadas y colegiados que tienen a su disposición un servicio de apoyo jurídico, para acompañar en la interposición de denuncias, reclamaciones y en todo el proceso legal derivado de una agresión.
También un programa de atención a la salud mental "Cuidando-nos", orientado a ofrecer apoyo psicológico, escucha profesional y herramientas para afrontar el impacto emocional que estas situaciones generan.
"Animamos a cualquier enfermera o enfermero que sufra una agresión, directa o indirecta, a contactar con el Colegio para recibir asesoramiento, acompañamiento y protección. Cuidar de quienes cuidan es una responsabilidad compartida de las instituciones, la administración y de toda la sociedad riojana", finalizan desde el Colegio.