Garrido sustituye mañana a Ponce, y el miércoles la corrida quedará en un mano a mano entre Urdiales y Castella
LOGROÑO, 20 Sep. (EUROPA PRESS) -
Hay tardes en las que dos orejas significan triunfo; bien, ese supuesto no ha ocurrido esta tarde en 'La Ribera'. El empresario con menos de media plaza llena - día complicado de disparo del cohete en Logroño; el ganadero- con su primera corrida completa lidiada- tampoco, con un par de toros válidos; y los toreros, que a pesar de cortar dos orejas - Ureña y Garrido- no han colmado las expectativas de los asistentes, en una tarde anodina de toros.
Comencemos por el principio, como las buenas faenas. Segunda de abono del ciclo mateo, en el que se anunciaban Miguel Abellán, Francisco Ureña y José Garrido, con toros salmantinos de José Cruz. Para Cruz como para el ganado era su primera tarde en el coso riojano.
A pesar de la corta entrada, el inicio de Abellán, con su primer astado, un noblote 'colorado', de 535 kilos, parecía pronosticar una buena tarde de toros. Sin embargo, el poco fuelle del de José Cruz, hizo que la faena fuera de más a menos. Cabe destacar el quite por 'chucuelinas' de Ureña, y varias tandas del madrileño, más notables con la mano izquierda, que a la postre le hicieron merecedor de una gran ovación.
Con el cuarto, otro castaño, poco pudo hacer Abellán, quien tras probarlo por ambos pitones, sin fortuna, lo macheteó para matarlo tras un pinchazo.
Ureña con su primero, un buen astado castaño, estuvo firme con el capote, con varias verónicas de calidad, y magníficas 'gaoneras' del pacense (Garrido) en el quite. A partir de ahí, y tras cuidar el animal tanto en varas como en el tercio de banderillas, el murciano fabricó una meritoria faena, con un inicio de faena, y mejores tandas con la izquierdas. A partir de ahí, el de José Cruz fue a menos, inventándose varias tandas con la derecha y circulares, que con una buena estacada, le sirvieron a Ureña para cortar una oreja. Con el quinto, a pesar de su esfuerzo por ambos pitones, el murciano solo levantó tímidas palmas del respetable.
Se presentaba el extremeño José Garrido en el coso logroñés, tras una buena temporada. Su buen año, lo refrendó el pacense en una lidia del tercer toro, mansurrón a media faena, y que aún le brindó pasajes de calidad, sobretodo al inicio con el capote y al comenzar la faena en los medios. A pesar de ello, y basando su intervención sobretodo en la mano derecha, consiguió de una buena estocada arrancar la segunda y última oreja del festejo.
Con el que cerraba plaza, Garrido apenas pudo hacer nada de lucimiento, a lo que unido a su escaso acierto con los aceros, propició el silencio del público. Sustituirá mañana en la plaza logroñesa a Enrique Ponce, baja por una rotura de fibras.
La otra baja conocida de la feria, la de Miguel Ángel Perera, se unirá a la de última hora, de la de Alejandro Talavante, que hará que la corrida del 23 de septiembre quede en un mano a mano de Diego Urdiales y Sebastián Castella.
