Se aconseja marcar el catalizador grabándolo con la matrícula del vehículo o el VIN para dificultar su venta en el mercado negro
LOGROÑO, 1 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Jefatura Superior de la Policía Nacional en La Rioja ha advertido de que el robo de catalizadores ha "florecido" en los últimos años y ha iniciado una campaña para evitar estas sustracciones.
En nota prensa, la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) ha explicado que la sustracción de los catalizadores es un procedimiento "sencillo".
Se basa en soltar los tornillos que le unen al tubo de escape y al silenciador; aunque, dado que no se busca su reutilización, la opción más "rápida y eficaz" usada por los ladrones es cortar los tubos con las herramientas apropiadas.
El catalizador o convertidor catalítico es una pieza que está considerada como uno de los elementos más importante de los vehículos de combustión.
Su función es la de minimizar la contaminación ambiental, mediante la disminución de los elementos nocivos que arroja el escape. Se encuentra en el tubo de escape y tiene una forma ovalada o cilíndrica.
En su interior se produce la catálisis, gracias a la entrada en acción de unos elementos nobles metálicos considerados metales preciosos: platino, rodio y paladio.
Éstos se encuentran impregnando su superficie y actúan de catalizadores, acelerando los procesos químicos y convirtiendo los gases nocivos en elemento inocuos.
Como tienen un elevado coste, son sustraídos para ser vendidos en el mercado negro. En un catalizador estándar de dimensiones medias suelen encontrarse unos dos gramos de paladio, en torno a cinco de platino, y unos pocos miligramos de rodio.
El precio del platino se sitúa en torno a los treinta euros el gramo, el precio del paladio supera los sesenta euros el gramo y por su parte el rodio se dispara hasta sobrepasar los ochocientos euros el gramo.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado controlan, de forma habitual, los centros de reciclaje de materiales, así como las casas de compraventa de metales preciosos.
La Policía Nacional ha detallado cómo el robo de estos elementos es llevado a cabo de noche en lugares urbanos destinados al estacionamiento de vehículos, ya sean aparcamientos, descampados, zonas periféricas, polígonos industriales e incluso los estacionamientos generales ubicados en cualquiera de las calles de Logroño.
Se aconseja marcar el catalizador grabándolo con la matrícula del vehículo o el VIN (Vehicle Identification Number), una serie de 17 dígitos que identifican el vehículo como si fuera su DNI, dificultando de esta manera la posterior venta de piezas en el mercado negro.
También se recomienda pintar el catalizador con alguna pintura estridente que lo diferencie a simple vista de una pieza original. Así, el ladrón tendrá más difícil su reventa posterior e igual desiste de sus intenciones. La pintura, eso sí, tiene que resistir altas temperaturas.
Por último, instalar en el taller una plancha inferior protectora que, aunque no evitará el robo al cien por ciento, sí servirá como medio disuasorio al complicar el acceso y las labores de desmontaje del catalizador, que llevará bastante más tiempo.
Junto a esto, la primera recomendación, siempre que sea posible, es aparcar el coche en un garaje o en el interior de una propiedad privada. Los ladrones tendrán más difícil acceder y robar la pieza.
En el caso de aparcarlo en el garaje se insiste en la conveniencia de mantener el garaje con un correcto sistema de iluminación y no dejar dentro del vehículo el mando que permite acceder al interior de ese recinto.
Además, cuando se aparca el coche en un garaje, hay que esperar unos segundos hasta verificar que la puerta ha quedado completamente cerrada y llamar a la policía ante la presencia de sospechosos.
