MADRID 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
El 38% de la red de carreteras de la Comunidad de Madrid, un total de 1.091 kilómetros del total, presenta deterioros graves o muy graves, con una cuantificación del déficit de inversión en conservación de 288 millones de euros, según el último informe de las infraestructuras viarias españolas de la Asociación Española de Carretera (AEC) presentado esta misma semana.
En concreto, el estudio "Indicadores de Estado y Necesidades de inversión en conservación de carreteras", llevado a cabo a partir de un trabajo de campo realizado el pasado verano, sitúa a Madrid como la segunda región con menor porcentaje de carreteras con deterioros graves, solo por detrás de la Comunidad Valenciana (32%).
Según este estudio, un 20% del conjunto de la red viaria en la región presenta deterioros muy graves, mientras que en el caso de otro 18% se consideran graves, y, ambos casos, sería necesario acometer actuaciones urgentes o en un breve periodo de tiempo.
En concreto, en 550 kilómetros de carreteras se precisa acometer actuaciones en un plazo inferior a un año debido a que registran alteraciones "muy serias", tanto estructurales (baches y piel de cocodrilo), como superficiales (grietas longitudinales y transversales, y descarnaduras).
Además, se han contabilizado otros 541 kilómetros más en los que es necesario actuar en un plazo máximo de cuatro años, habiéndose identificado en ellos daños calificados como "graves".
De esta forma, la Comunidad de Madrid es una de las regiones con carreteras en mejor estado de conservación, un 14% menos que la media nacional, que se sitúa en un 52%, lo que supone la peor situación detectada desde finales de la década de los 80, principios de los 90, cuando se llevó a cabo el último gran Plan General de Carreteras de la historia reciente.
De hecho, Madrid se sitúa a la cola del ranking regional, solo por detrás de la Comunidad Valenciana. Por contra, el 68% de la red viaria aragonesa presenta deterioros graves en sus firmes, por delante de Castilla-La Mancha y Galicia, donde el porcentaje de red en estado grave alcanza el 59%.
El análisis en el que se priorizan las necesidades de actuación, solo Aragón se sitúa en un nivel crítico, aunque llaman también la atención los casos de La Rioja (con un 41% de sus carreteras en situación muy grave), Castilla-La Mancha (con un 40%), Castilla y León (39%) y Galicia (38%).
Por debajo de la media se posicionan, además de la Comunidad Valenciana y en orden ascendente, Extremadura, Cantabria, País Vasco, Navarra, Andalucía y Cataluña como las regiones que presentan el menor porcentaje de carreteras con deterioros de consideración.
288 MILLONES DE INVERSIÓN
Para poner a punto las infraestructuras viarias de la Comunidad de Madrid serían necesarios 288 millones de euros, según cálculos de la AEC considerando la subida experimentada por los precios de las materias primas, energía y personal, a fin de ofrecer una imagen lo más próxima posible a la realidad actual.
En este caso, la región madrileña se sitúa como en tercera posición por la cola con menor déficit de inversión, con Cantabria (256 millones) y La Rioja (226) ocupando los últimos puestos. Por contra, lideran la lista Castilla y León (2.705 millones), Castilla-La Mancha (1.801) y Andalucía (1.743).
A nivel nacional, se precisarían 13.491 millones de euros. De este importe, el 31,6% corresponde a la Red de Carreteras del Estado (unos 4.720 millones de euros, un 53% más que en 2022), mientras que casi el 70% restante (unos 8.770 millones de euros) se deberían destinar a carreteras que son competencia de la Red Autonómica y Foral (un 37,63% más).
Este informe estima en 72.408 euros el déficit de conservación por kilómetro, el menor importe por comunidades autónomas y muy por debajo de la media nacional, que se sitúa en los 117.493 euros.
La Estrategia de Conservación de Carreteras 2022-2025 contempla más de 187 millones de euros en la mejora y conservación de los más de 2.500 kilómetros de vías de circulación de titularidad autonómica entre estos años.
UN 12% MÁS DE CONSUMO DE COMBUSTIBLE
Según un informe elaborado por la Asociación Española de la Carretera (AEC) que recoge que la mala conservación de la red afecta también al bolsillo de los conductores, circular por una carretera en mal estado incrementa hasta un 12% el consumo de combustible.
En cifras, los dos meses del verano de este año (julio y agosto) el deterioro de las carreteras se traducirá en un sobregasto superior a los 270 millones de euros en combustible, considerando los más de 100 millones de desplazamientos de largo recurrido que, según ha anunciado la Dirección General de Tráfico, se van a registrar. Esto equivale a cuatro millones y medio más de sobrecoste en combustible al día.
Otros valores se ven afectados por un pavimento deteriorado. Por ejemplo, el mal estado de las carreteras también obliga a reducir la velocidad de circulación una media del 10%, lo que, en el caso de los camiones, supone un 12,5% más de tiempo para realizar el mismo recorrido, un 25% más en el caso de los autobuses y un 20% más los vehículos ligeros.
Considerando que los precios del transporte de mercancías se establecen en función del tiempo, se puede concluir que el incremento de los costes asociado al aumento de los tiempos de viaje terminará repercutiendo en los precios del producto final (un 10% más, según cálculos de la AEC).