El 90% de los colegiales de la UCM denuncia el deterioro de sus centros

MADRID 26 Mar. (EUROPA PRESS) -

El 90 por ciento de los colegiales de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) está de acuerdo con que las instalaciones en las que viven están deterioradas, hay problemas estructurales y no reciben los servicios por los que están pagando una media de 800 euros al mes.

Así se desprende de un informe que presentó hoy la Plataforma en Defensa de los Colegios Mayores de la UCM a la consejera de Educación de la Comunidad, Lucía Figar, con la que se reunieron esta mañana para explicarle su situación.

En este informe recogen las quejas, los problemas de mantenimiento y la falta de servicios. Estos, según el portavoz de la Plataforma, Javier Zaldívar, aparecen en muchos casos publicitados en las páginas webs de los colegios y además se incluyen en las cotas que pagan.

Zaldívar señaló que llevan "muchos años" quejándose de estos problemas y que el escollo es que "no hay comunicación directa con el rector, Carlos Berzosa, y que la que hay no es suficiente".

Esta es la razón por la que los colegios estén tiempo con deficiencias temporales, como techos y paredes desprendidos, zonas clausuradas, goteras y grietas. También hay problemas con las tuberías en algún colegio a pesar de que se han reparado hace tan sólo tres años.

El portavoz señaló que los colegios mayores se fundamentan en el trabajo de la gente que vive en ellos y que son precisamente éstas personas "las que aguantan para mejorar y que todo no se vaya al traste". "Estamos aquí para que la gente que venga al año que viene pueda estar en un colegio en condiciones", añadió.

Preguntado por si estas quejas se pueden englobar en un intento por dar una mala imagen del rector Berzosa de cara a un próximo proceso electoral, Zaldívar aseguró que "no tienen ningún interés en eso". "Al final lo único que queremos es que nos arreglen los colegios y nos consulten", apuntó, al tiempo que destacó que no pertenecen a ninguna organización política, que son de distintas ideologías y que no dejan de ser "estudiantes que quieren que se les escuche".