MADRID 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
Adif está llevando a cabo estudios técnicos para evaluar la situación del edificio histórico de la Estación del Norte y valorar el uso concreto que se le puede dar, si bien, hace años ya se planteó que además del centro comercial con el que ya cuenta el intercambiador de Príncipe Pío, se pudiera construir un teatro.
Un portavoz de la compañía explicó a Europa Press que los estudios, que comenzaron poco antes del pasado verano, tiene como objetivo ver las posibilidades que ofrece el edificio, ir informando al Ayuntamiento de Madrid de todos sus pasos y poder plantear la futura utilidad con su previa reforma.
Adif se hizo cargo de la gestión de la Estación del Norte el pasado mes de junio, cuando un mes antes firmó con Riofisa un nuevo protocolo de acuerdo sobre sus sociedades conjuntas, entre ellas, Príncipe Pío Gestión --la que afecta a la estación-- y por el cual, la primera se hacía responsable de la gestión del colectivo histórico.
Este colectivo, formado por el edificio cabecera (los torreones de Levante y Poniente más el vestíbulo, que suman cerca de 6.800 metros cuadrados) se encuentra sin un uso concreto desde hace años y ha sido ejemplo de edificio abandonado en la capital, algo que la oposición y los vecinos vienen denunciando desde hace mucho tiempo.
Según el portavoz de Adif, su objetivo primordial es "conservar" el edificio y darle un uso concreto pero, no obstante, no quieren empezar con reformas hasta que se sepan la finalidad del edificio. De momento, ya se destinaron 140.000 euros para las obras de mejora de la cubierta, que tenían como objetivo mantener la parte superior del edificio.
La Estación del Norte, situada sobre parte de los terrenos de la antigua posesión del Príncipe Pío, debe su nombre a que fue construida por la Compañía de los Ferrocarriles del Norte --de capital francés--, como cabecera de una línea férrea que enlazaba Madrid con la frontera francesa a través de Castilla León, Asturias, Cantabria y el País Vasco.
Sus obras comenzaron en 1859, cuando la estación era un sencillo embarcadero y un puente que permitía salvar a las vías el río Manzanares en su discurrir hacia Aravaca y Pozuelo. Tuvo que cumplir los cien años para que tuviera lugar la reforma más importante, la realizada entre 1995 y 1999. Actualmente, está declarada Bien de Interés Cultural (BIC)
Así, en la actualidad, es uno de los intercambiadores de transportes más importantes de la ciudad, confluyendo en él tres líneas de Metro (línea Circular, 10 y Ramal Opera-Príncipe Pío), además de ser uno de los puntos neurálgicos de la red de Cercanías Renfe.