El Centro de Salud Parque Coimbra es el elegido para empezar a implantar las dos aplicaciones
MADRID, 3 May. (EUROPA PRESS) -
La Comunidad de Madrid estrena hoy la cita por Internet con el médico de familia y la receta electrónica, dos aplicaciones que se empiezan a implantar en Móstoles para, después, extenderse de forma progresiva al resto de la región.
En concreto, la petición 'on line' con el médico de cabecera ya está disponible en el Centro de Salud de Parque Coimbra, situado en la citada localidad, y se extenderá dentro de este mismo mes a todo el área 8, que abarca los distritos sanitarios de Móstoles, Alcorcón y Navalcarnero. A partir de ahí, se ampliará de forma progresiva al resto de la red pública de Atención Primaria.
Este servicio está activo las 24 horas y permite pedir cita con el médico de familia, así como cambiarla, anularla y consultar otras que el paciente tenga pendientes en su centro de salud. Para ello, hay que acceder a la página web de la Administración autonómica (www.madrid.org) y pinchar en el apartado 'Sanidad', que contiene un enlace denominado 'Cita médica on line, consultas y gestiones sanitarias'.
El Centro de Salud Parque Coimbra, junto a una farmacia de Móstoles y tres de Arroyomolinos, también ha sido elegido para probar la receta electrónica, cuya dispensación en toda la región ha sido adjudicado a Indra y se hace en colaboración con el Colegio de Farmacéuticos de Madrid.
'ADIÓS' PROGRESIVO A LA RECETA DE PAPEL
La implantación de la receta electrónica para toda la Comunidad de Madrid, donde existen cerca de 2.800 oficinas farmacéuticas, será progresiva a lo largo de 2007, indicó a Europa Press un portavoz de la Consejería de Sanidad y Consumo. Este sistema permite al ciudadano obtener sus medicamentos directamente desde la farmacia, sin tener que acudir siempre al centro de salud, lo que eliminará la clásica receta de papel.
Así, los pacientes crónicos o sometidos a tratamientos de larga duración no tendrán que acudir sucesivas veces a su médico de familia, sino que la renovación de la prescripción será automática y la dispensación se realizará directamente en la farmacia. Y en caso de que el paciente no acuda a la farmacia, su médico de familia será alertado con objeto de facilitar una farmacoterapia segura y eficaz.
Cuando este proceso esté totalmente implantado, los madrileños podrán acudir a cualquier farmacia y obtener su medicación mediante la simple presentación de su tarjeta sanitaria o el DNI, y el farmacéutico comprobará si está pendiente la recogida de cualquier medicina previamente prescrita por el médico de familia o pediatra. El paciente sólo recibirá una hoja de medicación en la que se detallan las medicinas y las tomas, para una correcta aplicación del tratamiento.
IMPORTANTE AHORRO
También se eliminan las molestias provocadas por el posible extravío de una receta, así como las visitas al médico para la simple dispensación de recetas. Igualmente, será posible introducir con carácter general el autovisado, que ya se aplica en absorbentes (pañales) y determinados antipsicóticos, eliminándose las visitas al médico para la obtención de visados.
La implantación de la receta electrónica también ahorrará importantes costes, como los correspondientes a la compra de talonarios, la digitalización de recetas y la custodia de los originales de papel. No en vano, en Madrid se emiten y procesan alrededor de 90 millones de recetas y sólo el último concurso de adquisición de talonarios para 12 meses se adjudicó por casi 1,5 millones de euros.
En un comunicado, Indra explicó que el sistema de la Comunidad de Madrid contempla tres módulos de aplicación: uno de identificación, para la acreditación y autorización de usuarios, médicos y farmacéuticos mediante el uso de la tarjeta sanitaria y de certificados digitales para la firma electrónica; otro para la prescripción de medicamentos, realizada por el médico en el centro de salud; y uno más de dispensación.
Este último estará cogestionado con el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, que desarrollará una aplicación de Farmacia Virtual Pasarela, conectada a una Red Privada Virtual (VPN) de todas las oficinas de farmacia. De esta forma, las farmacias se conectarán al Colegio Oficial y éste, mediante otra VPN, a la Consejería de Sanidad y Consumo, se afirmó desde la compañía adjudicataria de la aplicación.
