MADRID 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Junta de Gobierno, presidida por la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha dado luz verde al proyecto definitivo de la ordenanza reguladora de la denominación y rotulación de vías y espacios públicos, al que únicamente se presentó una alegación, que fue rechazada.
La regidora ha explicado que la alegación versaba sobre la limitación del número de caracteres en la asignación de nombres, una propuesta que se rechazó ya que "podría resultar discriminatoria". Además, como ha explicado en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno, la normativa técnica ya contempla una limitación en dicho número.
El Ayuntamiento de Madrid podrá sancionar a los propietarios de fincas y edificios que no mantengan en perfecto estado y visible los rótulos identificativos de las vías y espacios de titularidad pública, tal y como recoge el proyecto de la nueva ordenanza municipal que servirá para regular la denominación de las calles.
Esta nueva ordenanza pretende adecuarse a los tiempos -la última regulación sobre nomenclatura y rotulación de las vías públicas y numeración de edificios data de 1981-- y aglutinar la dispersa normativa existente entre acuerdos e instrucciones.
Mantiene en lo sustancial los criterios para la asignación de nombres que se recogían en la anterior normativa, con preferencia por los que son aprobados por el Pleno del Ayuntamiento, aunque destaca como novedad que la competencia para la aprobación de la denominación pasa a corresponder a la Junta de Gobierno.
Como hasta ahora, las propuestas deben ser previamente debatidas y aprobadas por las Juntas Municipales de Distrito pero, no obstante, el Pleno podrá aprobar la asignación de nombre con el fin de reconocer los méritos, significación o trayectoria especialmente relevantes de una persona, institución o acontecimiento. Dichos nombres serán de utilización preferente para su asignación a nuevos viales.
CALLEJERO ACTUALIZADO EN LA WEB
Otra de las novedades es que se incluye en la ordenanza la figura del Callejero Oficial, que recogerá la denominación y numeración de vías, espacios urbanos, edificios y monumentos municipales y que será aprobado anualmente por la Junta de Gobierno. Estará permanentemente actualizado y será difundido a través de la página web municipal.
Por otra parte, se regularán por primera vez los deberes y prohibiciones de los propietarios, reglamentando, en caso de incumplimiento, la imposición de las multas correspondientes.
Así, los propietarios deben permitir la colocación de rótulos identificativos de vías y espacios urbanos en la fachada de los edificios, mantenerlos en perfecto estado, al igual la placa de numeración y, si por obras, se vieran afectadas deberá reponerlas a su costa.
Si se incumplen estos deberes se podrían imponer multas coercitivas por parte de la Junta de Gobierno. La cuantía podría ser de 300 euros, que se elevaría hasta los 3.000 euros, como máximo, en caso de incumplimiento persistente.