CC.OO. lamenta que Aguirre "no respete ni la fiesta de la Comunidad", uno de los días que los comerciantes podrán abrir

MADRID 27 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Federación de Comercio, Hostelería y Turismo de CC.OO. lamentó hoy que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, "no respete ni la fiesta de la región", el 2 de mayo, uno de los días en los que los comerciantes madrileños podrán abrir sus puertas pese a ser festivo.

El sindicato presentó hoy al Gobierno regional sus alegaciones a la propuesta de calendario comercial para 2010, que recoge los 22 domingos y festivos en los que está permitido realizar actividades comerciales. En concreto, se trata del 3 y 10 de enero, 7 de febrero, 7 y 19 de marzo, 4 de abril, 2 de mayo, 3 y 6 de junio, 1 y 29 de agosto, 5 de septiembre, 3 y 12 de octubre, 7 y 28 de noviembre y, 5, 8, 12, 19 y 26 de diciembre.

"Dada la situación de crisis que está viviendo el comercio madrileño, con el cierre de un sinfín de pequeños comercios y la pérdida de miles de puestos de trabajo, el número de festivos propuestos es muy elevado", opinaron desde CC.OO, por lo que proponen al Ejecutivo autonómico que "no haya más de ocho días" de apertura oficial, como en el resto de comunidades autónomas.

En este sentido, criticaron "la presión de esta competencia desleal, que provoca un aumento de las irregularidades en la contratación y la exigencia de realizar horas extraordinarias, en muchos casos no pagadas".

Para el sindicato, "cualquier decisión que vaya en esta línea, sin consenso entre los agentes implicados, perjudica gravemente al empleo y a la calidad del servicio, y no favorece la conciliación de la vida familiar de los trabajadores, a los que esclaviza aún más".

La secretaria general de la Federación de Comercio de CC.OO. de Madrid, Paloma Vega, calificó como "muy preocupante" la situación del comercio al por menor en la Comunidad de Madrid, por lo que en la reunión del Consejo de Comercio del 9 de diciembre planteará un plan para garantizar las condiciones sociales y laborales de los trabajadores, otro de consolidación del sector comercial que garantice el desarrollo de un comercio diverso y plural que ofrezca una atención y un servicio a las necesidades de todos los formatos y modelos de comercio, que posibilite la libertad de elección de los consumidores y la competencia de todos los comerciantes.

Asimismo reclamará que ante las decisiones que afectan a la regulación del comercio se estudie sus repercusiones sobre el empleo y su impacto de género en un sector muy feminizado.

Por último, hizo un llamamiento a la Comunidad de Madrid para que "no abandone a su suerte" al sector comercial madrileño, reivindicando la integración de las diferentes modalidades comerciales, estableciendo limitaciones a la liberalización total de horarios comerciales. Madrid necesita un plan director del comercio coordinado con la planificación urbanística que permita ordenar la actividad comercial a nivel regional y apostar por la estabilidad, complementariedad y futuro del comercio madrileño.