La clemenza di Tito', último título de ópera de Mozart, se estrena mañana en el Teatro Real

Teatro Real de Madrid
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 13 febrero 2012 15:29

Thomas Hengelbrock regresa al foso madrileño tras su aclamada dirección en Iphigènie en Tauride la pasada temporada

MADRID, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Teatro Real estrenará mañana martes la ópera de Wolfgang Amadé Mozart 'La clemenza di Tito', que regresa al Teatro Real con la producción creada y dirigida por el matrimonio Ursel y Karl-Ernst Herrmann, que desarrolla el drama en un espacio único, grande, blanco, en el que todos los conflictos emocionales adquieren una relevancia especial. Junto a ellos, en la dirección musical, estará Thomas Hengelbrock, gran experto en este repertorio, al frente de un reparto internacional y el Coro y la Orquesta Titulares del Teatro Real.

Para el director artístico del Real, Gerard Mortier, esta es una "ópera de pasiones", que ahonda en sentimientos como el deseo, la amistad o los celos, y que acentúa "la profundidad del pensamiento de Mozart". Además, ha recalcado que Karl-Ernst Herrmann es "una de las grandes figuras del siglo XX".

'La clemenza di Tito', último título de ópera escrito por Mozart, cuenta la historia del emperador Tito, al que retrata como hombre recto y justo, pero también clemente, capaz de perdonar a su amigo íntimo, Sesto, y a su prometida, Vitellia, que habían intentado asesinarle. Basada en la obra original de Pietro Metastasio, adaptada por Caterino Mazzolà, seis personajes se enfrentan a una partitura tan hermosa como difícil, en la que la voz es un instrumento más, y donde cada uno ofrece al espectador sus más íntimos sentimientos, como en una tragedia griega.

La producción que estrena ahora el Teatro Real cuenta con el tenor Yann Beuron (Tito), la soprano Amanda Majeski (Vitellia), la mezzosoprano Kate Aldrich (Sesto), la soprano María Savastano (Servillia), la mezzosoprano Serena Malfi (Annio) y el bajo Guido Loconsolo (Publio).

Ursel y Karl-Ernst Herrmann se adentran en esta aventura de la mano de Gerard Mortier para la creación de una escenografía y una dirección de escena que, con el paso del tiempo, ha conservado viva toda su esencia y ha ayudado a redescubrir uno de los grandes títulos del repertorio. La acción interior se concentra en un espacio único, "frío y casi abstracto", en el que los sentimientos contradictorios del drama, con su mensaje atemporal, resultan aún más desgarradores. La acción exterior abre las puertas sobre una imaginada Roma imperial.

En la presentación, Herrmann ha explicado que él y Mortier se conocen desde los años setenta y siempre han comentado que esta ópera no se representa como debiera. Así, ha planteado que van a tratar de centrarse en "la parte emocional más que en la histórica", trayendo la historia hasta tiempos más modernos.

Por último, Thomas Hengelbrock ha indicado que esta es una de las óperas "más misteriosas de Mozart, y en el siglo XIX era la más representada de sus obras". Además, ha añadido que es una "ópera romántica con apariencia barroca". El 15 de febrero tendrá lugar una nueva sesión de Enfoques, a propósito de este título, en la Sala Gayarre del Teatro.