La Comunidad criará truchas autóctonas en el Alto del Lozoya

Archivo - Trucha común.
Archivo - Trucha común. - GOBIERNO DE ARAGÓN - Archivo
Publicado: domingo, 11 abril 2021 10:30

MADRID, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Comunidad de Madrid ha puesto en marcha un programa de cría para la recuperación de truchas comunes ibéricas para su suelta posterior en balsas de agua, que sirvan de refugio a esta especie, han informado a Europa Press fuentes de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio.

Se trata de un proyecto incipiente, en el que trabaja el Ejecutivo regional junto con el Centro de Investigación del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama (PNSG), y la Escuela de Montes, Forestal y del Medio Natural de la Universidad Complutense de Madrid, con la que se pretende crear un stock de reproductores de la trucha común ibérica con la finalidad de repoblar los ecosistemas acuáticos y mantener la máxima calidad reproductiva de esta especie.

Este proyecto, para el que se necesitarán cinco años de trabajos continuos, ha partido con la recolección de embriones del propio río de manera que se puedan preservar las líneas de trucha más adecuadas para la gestión de las aguas salmonícolas.

"Una actuación con la que la Comunidad de Madrid apuesta por la conservación ecológica de hábitats prioritarios vinculados a ecosistemas acuáticos en este espacio, además de reforzar las poblaciones de otros arroyos tributarios o cuencas conectadas", señalan desde el departamento que dirige Paloma Martín.

PROYECTO A CINCO AÑOS VISTA

Para llevar a cabo este proyecto en la piscifactoría de El Real Monasterio de Santa María de El Paular, donde el caudal de arroyo es permanente durante el verano, condición necesaria para la supervivencia de esta especie, un equipo de técnicos recogieron peces silvestres coincidiendo con que la puesta de huevos de esta especie en el mes de diciembre, una vez fueron estabulados en el estanque del centro de investigación y se realizó el desove de una hembra y dos machos.

De esta fecundación, de la que se obtuvieron un total de 600 huevos, se reservaron muestras para posteriores análisis genéticos. Luego se trasladaron a las instalaciones de la Escuela de Montes, Forestal y del Medio Natural de la Universidad Complutense de Madrid, donde fueron estabulados y cuidados, en su fase embrionaria, en el interior de la piscifactoría con la que cuenta la universidad.

En este proceso, los huevos se introdujeron en una pila con agua procedente de pozo cuya temperatura constante es de 16C, una temperatura elevada para la fase de incubación que fue reducida a 10C para asegurar el desarrollo adecuado de los embriones con el uso de bombas de calor.

Durante esta fase, se tomaron datos diarios de temperatura, limpieza y recogida de mortalidades. Además, los embriones han sido alimentados con pienso de primera alimentación. Los alevines resultantes permanecerán en esta piscifactoría hasta el mes de mayo donde se trasladarán a estanques que garanticen la temperatura del agua por debajo de los 20C durante el verano.

Este proyecto requerirá un seguimiento los próximos cinco años necesarios para alcanzar la maduración del stock. Cabe destacar que, dentro de la estrategia de gestión de reproductores de este tipo de especies piscícolas, en países como EEUU, está recomendado duplicar los stocks para minimizar las pérdidas.

En este sentido, para llevar a buen término este proyecto los ejemplares se han separado por edades de más de 1 año, 2, 3, 4 y 5, que serán renovados cada año. Una vez alcanzada la edad de madurez, se irá evaluando la calidad de las puestas para desechar aquellas que no sean de calidad.

Así pues, el proyecto tiene en sus planteamientos mantener un stock de 500 unidades de peces de 1 año, con un peso unitario de 36,9 gramos, 300 unidades de dos años con un peso de 113,1 gramos, 70 unidades con un peso aproximado por ejemplar de 259,4 gramos; 35 de cuatro años con un peso de 501,5 y 20 unidades con un peso de 861,4 gramos.

Este proyecto pretende mejorar la biodiversidad en los ríos madrileños, siendo puntos estratégicos para su conservación. "Con la mejora de las poblaciones de trucha se aborda también la mejora de los ríos y sus márgenes implicando a colectivos como los pescadores o la población local en la preservación de los ecosistemas acuáticos", apuntan.

PROTECCIÓN Y CUIDADO DE LOS RECURSOS PISCÍCOLAS

El Área de Conservación de Flora y Fauna de la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad también realiza anualmente inventarios piscícolas sobre una red de puntos localizados en las zonas trucheras de la región. Con estas actuaciones se obtiene datos interesantes como que el hecho de no haberse inventariado en algún punto no significa que esta especie no esté presente, en tramos del río Cofio y Aceña.

El director general de Biodiversidad y Recursos Naturales, Luis del Olmo recuerda que tal y como recoge la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, una especie "no se considera extinta hasta que no transcurren 50 años", por lo que "no pueden darse por ausentes".

Responde así a las organizaciones ecologistas que la semana pasada denunciaron denuncian que según los datos de muestreos de la Consejería de Medio Ambiente la trucha autóctona "había" desaparecido en los ríos Cofio y su afluente Aceña.

Del Olmo ha destacado que la ausencia de esta especie en los ríos en los meses de verano "puede deberse a que algunos de los tramos presentaran dificultades técnicas para su prospección o los ejemplares no fuesen localizados pues en tramos inmediatos como en el Madarquillos se detectaron poblaciones juveniles numerosas en los tramos siguientes", al tiempo que ha destacado que los inventariados están enfocados "en buscar poblaciones productivas para evaluar la capacidad de extracción piscícola y su veda o desveda".

"Sorprendentemente en 2020 y posiblemente gracias a las copiosas lluvias tuvimos la suerte de localizar ejemplares adultos en cabeceras en zonas que no habían dado esos resultados", ha añadido.

La Comunidad recuerda que a lo largo de 2020 se han desarrollado diversas actuaciones con el objetivo de mejorar las poblaciones de trucha común y resto de fauna autóctona, como la traslocación de especies o trabajos de extracción de exóticas invasoras en diversas lagunas ubicadas principalmente en el Parque Regional del Sureste y en varios tramos del río Manzanares.

"Además, durante este año, se continuará con los inventarios piscícolas, ampliando la red de puntos a los tramos colindantes con la provincia de Guadalajara, el Arroyo del Hornillo, en el término municipal de Santa María de la Alameda, el río Perales y actuaciones en diversos tramos de ríos con posible presencia de especies exóticas invasoras para su extracción del medio", ha concluido Del Olmo.

LA PESCA EN LA COMUNIDAD DE MADRID

La orden de veda en la región se abrió el pasado 15 de marzo y estará vigente hasta el próximo 18 de junio. Solo en 2020, se otorgaron 19.295 licencias de pesca, de las cuales 10.804 fueron interautonómicas y 11.883 permisos expedidos y gestionados desde las oficinas de la Comunidad de Madrid.

Esta temporada, entre las novedades que presenta la orden de vedas, está la creación de dos tramos de pesca experimental en el río Madarquillos y Lozoya en modalidad de captura y suelta, con fines científicos y de control del aprovechamiento piscícola.

Además, fuera del Valle del río Lozoya destaca la apertura para la pesca del tramo del río Manzanares a su paso por El Pardo, desde la presa del embalse del Pardo hasta el puente de Los Capuchinos, y el cambio consorciado del coto de pesca Santillana, que ha pasado a ser gestionado de manera conjunta entre la Administración y una asociación de pesca local.

"De esta manera, la Comunidad aprovecha los recursos piscícolas sostenibles y fomenta esta actividad de manera responsable y controlada manteniendo el respeto por los ecosistemas fluviales y facilitando y mejorando con todo ello la necesaria vigilancia de nuestros ríos", esgrimen desde la Consejería.