La Comunidad pone en valor el trabajo de sus funcionarios frente a casos "excepcionales" que "preocupan" a todos

MADRID 15 Jul. (EUROPA PRESS) -

La consejera de Economía, Hacienda y Empleo de la Comunidad de Madrid, Rocío Albert, ha puesto en valor este martes el trabajo de los funcionarios de la Comunidad de Madrid frente a otros casos "excepcionales" en la Administración que "preocupan" a todos.

Durante su intervención en acto de entrega de distinciones a los empleados públicos que cumplen 30 años de servicio, la consejera ha invitado a estos trabajadores a desarrollar su función "independientemente del signo político" al que pertenezcan porque "no deben ser instrumentalizados", sin entrar a señalar ningún suceso concreto.

En este sentido, se ha referido de forma amplia a las diferentes causas abiertas por corrupción actuales, a las que ha definido como "alteración de los procedimientos llevados a cabo en algunas mesas de contratación". Sobre este asunto, Albert se ha apuntado a "personas contratadas de forma digital sin tener ningún tipo de mérito para la función que prestan".

Aún así, la titular de Economía ha aclarado que "son hechos concretos" que "no se pueden generalizar" y dan una versión "tergiversada de la extraordinaria función pública" del conjunto de España.

"Sería poner en tela el juicio la profesionalidad y la calidad de los cuerpos funcionariales y también de las personas honradas y serias que trabajan de forma temporal en nuestra administración", ha valorado.

"UNA ADMINISTRACIÓN CADA VEZ MÁS FUERTE"

Para hacer frente a esta situación, la consejera autonómica ha lanzado un llamado a tener "una Administración cada vez más fuerte" con el "valioso capital humano" de los 198.387 empleados públicos con los que cuenta la región.

Albert ha insistido en el papel de las instituciones en una región que ha "pasado de tener cinco millones de habitantes a superar los siete" y que espera un millón más entre "los próximos 10 y 15 años".

En este contexto, la responsable de Economía ha calificado a los funcionarios como "un pilar fundamental sobre los que se ha construido una Administración moderna, cercana y eficaz", que hace posible el funcionamiento de una estructura pública "tan grande, tan compleja y con tantas competencias como tiene la Comunidad de Madrid.

En su discurso también ha atribuido a los empleados públicos la responsabilidad de hacer que "las políticas públicas del Gobierno se traduzcan en realidades tangibles". A modo de metáfora, ha definido a estos trabajadores como "motor silencioso", que desde diferentes áreas como centros de salud, educación primaria, institutos o medio ambiente sostienen el sistema.

Más allá del reconocimiento, Albert ha hecho hincapié en la formación que reciben de los funcionarios para que presten con la "máxima calidad" sus servicios. Al hilo, ha presumido de ser una región "referente" en materia de servicios públicos, a la vez que ha recordado que la Comunidad de Madrid fue una de las últimas en tener su propio estatuto de autonomía (1983), junto con Baleares o Castilla y León.