MADRID, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
Medio de centenar de perros fue desalojado el pasado miércoles en una vivienda de San Sebastián de los Reyes, cuyo propietario padecía Síndrome de Noé, un trastorno obsesivo compulsivo que le hacía cumular en su domicilio un número desmesurado de animales, según informó hoy la Federación de Asociaciones Protectoras y de Defensa Animal de la Comunidad de Madrid (FAPAM).
Los animales se encontraban en una misma habitación, rodeados de excrementos y todo tipo de suciedad, y entre otras cosas, padecían sarna, parásitos externos e internos, y problemas de huesos por falta de movilidad. En el momento del desalojo, el propietario lloraba "desconsoladamente", según la FAPAM.
El propietario no era un desconocido para este colectivo ni para el Ayuntamiento de la localidad, pues hace tres años ya le fueron incautados 79 perros. En ese caso, el Consistorio le permitió retener unos nueve perros que no fueron esterilizados, a pesar de la insistencia de las protectoras de animales, según anunció la asociación.
Con esta última intervención, la FAPAM ha realizado un total de 11 desalojos en los últimos cuatro años, en los cuales se han recuperado un total de 969 animales, la mayoría perros. Algunos son cedidos voluntariamente por sus dueños, aunque en ciertos casos es necesaria una orden judicial y la intervención del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA).
Según las protectoras de animales, el creciente abandono de animales en España provoca que aparezcan personas que deciden recogerlos, llegando a acumular un gran número de ellos. Esta acumulación llega al punto de que el propietario deja de tener medios para mantenerlos y empieza a perder poco a poco el sentido de la realidad.
Una vez que se produce el desalojo, FAPAM procede a un examen físico de los animales con el fin de restablecer su salud. Posteriormente, se les mantiene en instalaciones adecuadas para su cuidado y se gestiona su adopción. Esta asociación excluye el sacrificio de los animales, salvo en casos muy extremos de enfermedad o comportamiento agresivo.
Según denuncia FAPAM, es preocupante que las administraciones no den soluciones al problema, así como la ausencia de una legislación actualizada y adecuada a estas realidades.
