Guardia Civil confirma que presunto sicario que mató al exmarido de una abogada amenazó a otro acusado para que pagara

Actualizado: lunes, 21 noviembre 2011 15:34

MADRID, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -

Los investigadores del crimen de Miguel Ángel Salgado Pimentel, el exmarido de la abogada acusada de encargar su asesinato, han confirmado en el juicio la versión ofrecida por el procesado Eloy Sánchez Barba al asegurar que el supuesto pistolero a sueldo le amenazó tras el crimen para que le pagara, una situación que hacía que mantuviera "una relación de sumisión y subordinación" por el temor que le tenía.

La Audiencia Provincial de Madrid ha retomado esta mañana el juicio contra la letrada María Dolores Martín Pozo con la comparecencia de los agentes del Grupo de Homicidios que investigaron el crimen de su exmarido.

La acusada se enfrenta a 41 años de prisión por un delito de amenazas, asesinato en grado de tentativa y asesinato consumado. Eloy Sánchez Barba y Charles Michael Guarín afrontan una pena de 39 y 43 años de prisión, por los mismos delitos y extorsión.

El crimen se perpetró el 14 de marzo de 2007 cuando la víctima, Miguel Ángel S.P., recibió tres disparos en el garaje de su domicilio de Ciempozuelos. Los disparos se produjeron horas después de que un juez acordara conceder la custodia de la hija de la abogada a su ex marido.

En la tercera sesión, una de los guardias civiles que ha comparecido ha dado plena credibilidad a los datos que en su día aportó a la investigación Eloy, quien inculpó a Charles Michel Guarín del crimen. Según ha contado, las pesquisas se dirigían en la hipótesis relacionada con los juegos de rol, pero a raíz de una reunión que mantuvieron con Eloy comenzaron a pensar que podía estar vinculado a la mala relación que mantenía la víctima con su exesposo.

"En ese momento, Eloy empieza a ser relevante para la investigación y se le pincha el teléfono. Se veía algo extraño por la mala relación entre el hombre y la mujer y se toma la decisión de intervenir el teléfono por todos los indicios recabados", ha indicado.

Además, ha destacado que los datos aportados por Eloy corroboraban los hechos investigados, por lo que su colaboración fue "muy importante" para esclarecer el crimen. También ha indicado que la abogada pudo manipular a Eloy para que éste quisiera ayudarla porque supuestamente su exmarido estaba abusando de su hija, un extremo falso.

A preguntas sobre si la remisión a la película 'Sin City' en una conversación entre Charles y Eloy podría inferirse un tono amenazador, éste ha recalcado que ello podría constituir una amenaza. Además, ha ratificado que Charles sometía a Eloy a una situación de sumisión y subordinación por las amenazas para que le pagara supuestamente el dinero que se debía por realizar el trabajo.

RELATO DEL FISCAL

Ante el temor de poder perder a su hija, la acusada se puso en contacto con el procesado Eloy S.B., a quien pidió que le pusiera en contacto con alguna persona que pudiera ejecutar la muerte de Miguel Ángel, puesto que se movía en el círculo de porteros de locales de ocio nocturno.

En esas fechas, la acusada tuvo conocimiento de que en el litigio judicial con su marido obraba un informe que aseguraba que la mujer padecía un síndrome de alienación parental, por lo que se recomendaba que la guarda y custodia pasara al padre.

En diciembre de 2006, el procesado Charles M.G. se presentó ante Eloy para estar a su servicio y éste le comentó el encargo recibido por Mª Dolores, dándole su número para que mantuvieran una entrevista. La cita tuvo lugar en una cafetería ubicada en la Gran Vía, donde aceptó el encargo.

Entretanto, Eloy pidió a un empleado suyo que robara un vehículo para que en el caso de ser identificado el coche como instrumento de la comisión del delito, no pudieran relacionarle con él o su entorno.

En la mañana del 31 de enero de 2007, Mª Dolores y Miguel Ángel se vieron las caras en un juicio de faltas. Ese mismo día, Eloy se apostó frente al trabajo de Miguel Ángel y avisó a Charles cuando éste abandonó el lugar.

Sobre las 20.30 horas, Charles empezó a perseguir a Miguel Ángel y se situó delante de su vehículo, frenando bruscamente para tratar de acabar con su vida. Sin embargo, éste logró esquivar el coche y continuó la marcha, siendo golpeado de nuevo por el coche que le perseguía.

El 14 de marzo de 2007 el juez dictó una sentencia que prohibía a la acusada en los seis meses sucesivos "comunicación, visita y contacto alguno de la menor". Horas más tarde, los procesados se dirigieron a la casa de Miguel Ángel en el número 3 de la calle de los Caretos, en Ciempozuelos, y Charles se introdujo en el portal del inmueble en el que residía.

Escondido en un vehículo, Eloy avisó a su compinche de la llegada de la víctima al garaje, donde le descerrajó tres disparos, uno en la mano, otro en tórax y cabeza, que acabaron con su vida.

En cumplimiento de lo pactado, Eloy abonó a Charles en abril de 2008 un total de 12.000 euros por el encargo, sin que se haya acreditado que ese patrimonio proveniera de Eloy o de la acusada.