MADRID 7 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Hospital Infanta Cristina ha elaborado un nuevo Protocolo de Atención Sanitaria ante Situaciones de Violencia de Género que incluye un conjunto de medidas y actuaciones coordinadas para la detección, valoración e intervención de mujeres víctimas de maltratos o agresiones por parte de sus parejas o ex parejas, informó hoy el centro médico.
La iniciativa ha sido promovida por la Comisión de Violencia de Género del propio hospital. El reglamento está adecuado a la 'Guía de Actuación Especializada contra la Violencia de Pareja hacia las Mujeres', desarrollada por la Consejería de Sanidad con el objetivo de aportar información y herramientas útiles en la acción sanitaria con las mujeres inmersas en este grave problema.
El documento ha sido redactado por la Comisión de Violencia de Género del Infanta Cristina, presidida por el coordinador de Urgencias, Juan Torres Macho. Incorpora procedimientos específicos de actuación, de difusión de información, además de planes de prevención, intervención y coordinación con la Atención Primaria del Área 10, fuerzas de seguridad y juzgados.
El plan cuenta con unas medidas generales de actuación que van desde la comunicación de las sospechas de maltrato a la información directa a la paciente sobre la situación que padece, así como de los recursos sociales a su alcance.
PARTES DE LESIONES
Los profesionales sanitarios envían información por correo electrónico a la Unidad de Trabajo Social del hospital sobre el caso detectado y deben cumplimentar de forma óptima el parte de lesiones en el que conste o se sospeche una situación de violencia de género. Dicho parte es trasladado posteriormente al juzgado de Violencia sobre la Mujer.
El protocolo se ha dotado de una serie de mecanismos de alerta para detectar signos que revelan la posibilidad de una circunstancia extrema como, por ejemplo, el empleo de amenazas, acoso, existencia de abusos sexuales o consumo de alcohol y drogas, entre otros.
En cuanto a las medidas específicas, el protocolo recomienda el aviso a la Policía Nacional cuando la agredida se encuentra en situación de peligro extremo y ha reconocido que vive un problema de violencia de género. Cuando no existe este reconocimiento por parte de la víctima pero el profesional tiene una sospecha alta de peligro extremo, el aviso se dirige automáticamente a la fiscalía y los juzgados.
Aparte de la comunicación directa con los juzgados y las fuerzas de seguridad, el Infanta Cristina mantiene también un contacto directo con el Servicio Telefónico de la Mujer de la Comunidad de Madrid (012) y el Teléfono de Atención a las Mujeres que sufren Violencia de Género (016), indicó el hospital.
Las pacientes sin una situación de gran riesgo son informadas de los recursos disponibles y remitidas a la Unidad de Trabajo Social del hospital. Desde el inicio de este protocolo, a principios de 2010, el Infanta Cristina ha detectado una decena de casos de maltratos a mujeres por parte de sus parejas. Todas estas víctimas en su mayoría superan los 40 años de edad. Las afectadas fueron localizadas en el ámbito de las Urgencias del hospital.
CONFIANZA EN LOS HOSPITALES
De acuerdo a la 'Guía de Actuación Especializada contra la Violencia de Pareja hacia las Mujeres' de la Comunidad de Madrid, las instituciones sanitarias son las mejor valoradas en cuanto a la confianza depositada por las mujeres que denuncian este tipo de violencia. Por ello, los servicios sanitarios son espacios idóneos para la detección precoz e intervención con mujeres en situación de maltrato.
Sin embargo es bastante habitual que las víctimas acudan a los hospitales debido a las secuelas generadas por esta violencia, pero no por la situación de maltrato en sí misma, que en muchos casos queda oculta para los profesionales sanitarios.
Las consecuencias de la violencia de pareja sobre la salud de las mujeres son amplias y graves. Según la 'Guía de Actuación', la mayoría de los homicidios cuyas víctimas son mujeres han sido cometidos por una pareja actual o previa (en España esta proporción alcanza el 75 por ciento), mientras que el riesgo de suicidio es hasta cuatro veces mayor entre las mujeres maltratadas, en comparación con las que no lo son.