Un juez realiza una inspección ocular en el Hospital 12 de Octubre donde murió un niño de 22 meses

MADRID 3 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado de Instrucción número 3 de Madrid ordenó hacer este miércoles una inspección ocular en el lugar en el que el pasado 26 de septiembre falleció un menor de 22 meses al precipitarse por una de las vallas de seguridad que dan acceso al Hospital 12 de Octubre como consecuencia de la falta de uno de sus barrotes.

De este modo, durante esta mañana se realizó una inspección ocular en presencia del juez, de la Policía Judicial de la Comisaría de Usera (Madrid) y de los padres y familiares de la víctima sobre el lugar de los hechos, así como la reconstrucción de la caída del menor.

En declaraciones a los medios frente al lugar donde ocurrieron los hechos, la presidenta del Defensor del Paciente, Carmen Flores, relató que los agentes judiciales pudieron constatar que en el centro hospitalario existen "muchísimas deficiencias" en cuanto a medidas de seguridad que deberían de subsanarse para que no se vuelvan a repetir desgracias como la de Jorge.

"El Defensor del Paciente va a solicitar que inmediatamente se ponga más seguridad porque esto le ha pasado a este niño pero podría haberle pasado a cualquiera. Un niño con más edad, juguetón, que se suba a la valle se va al precipicio y se mata", advirtió.

Además, Flores reivindicó al centro hospitalario que pida "perdón" a los padres del menor fallecido y que se "responsabilice" de no haber mantenido en condiciones adecuadas la valla por la que el niño se cayó.

Los padres del menor se encontraban muy conmocionados al reconstruir los hechos y tan sólo el abuelo de Jorge, Antonio Sánchez, quiso hacer declaraciones como portavoz de la familia. Así, contó que el suceso les ha "destrozado la vida" y reprochó que el trágico suceso "no hubiera pasado nunca" si la barandilla hubiera estado con todos los barrotes. "Eso era una trampa mortal", se lamentó el abuelo.

El pasado 26 de septiembre, el pequeño Jorge se cayó tras precipitarse desde una altura de unos diez metros a consecuencia de faltar uno de los barrotes verticales de la valla de seguridad situada en la Puerta Norte del 12 de Octubre. Al parecer, la valla de protección estaba rota y el niño se coló entre los barrotes. Los padres presentaron una denuncia contra el centro por negligencia.