MADRID, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un total de 103 empresas madrileñas ha encontrado financiación para dar salida a sus proyectos de I+D+i gracias al programa de Estímulo de la Innovación desarrollado por la Cámara de Comercio de Madrid y la Comunidad de Madrid, según anunció hoy el director del Departamento de Innovación y Competitividad de la entidad cameral, Javier Méndez.
Méndez explicó que el número de proyectos presentados mediante este programa para las empresas madrileñas ha ascendido a 78 en el ámbito nacional, frente a los 74 del año pasado. Además, de estos 78 proyectos, 27 han sido destinados a las áreas de internacional y europeo.
El programa tiene como objetivo presentar los proyectos de I+D+i de las empresas ubicadas en la Comunidad de Madrid a programas de ayudas nacionales e internacionales con el fin de incrementar la innovación en el tejido empresarial madrileño. Comenzó en 2006, este año ha sido nuevamente renovado y cuenta con una dotación económica de 980.000 euros, cofinanciados a partes iguales.
Méndez explicó que los resultados del programa durante la jornada 'La I+D+i empresarial: financiación y subvenciones para proyectos nacionales, europeos e internacionales de I+D+i', celebrada hoy en la sede de la Cámara, donde han intervenido, entre otros, el director de la entidad cameral madrileña, Miguel Garrido, y el director general de Economía, Estadística e Innovación Tecnológica de la Comunidad de Madrid, José María Rotellar.
Las empresas madrileñas que más propuestas han presentado a estos programas pertenecen al sector de las tecnologías de la información y comunicación (TIC), con el 55 por ciento de los programas nacionales y europeos y el 67 por ciento de los programas internacionales.
El sector de ingeniería acumula un 15 por ciento de las propuestas presentadas a los programas nacionales, un 33 por ciento de los internacionales y un 9 por ciento de las europeas. El campo de la biotecnología ocupa el segundo lugar de las propuestas presentadas a los programas europeos, con un 18 por ciento, seguido de los sectores de la construcción y medio ambiente que acumulan a partes iguales un 9 por ciento.
Durante la jornada, el Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI) presentó a las empresas madrileñas los distintos programas públicos de financiación en I+D+i. A nivel nacional existen el programa CENTI, la línea PID y la iniciativa Neotec; mientras que los programas existentes de financiación en el marco europeo son el séptimo programa marco de Innovación y Competitividad, el programa Life o la iniciativa Eco Innovation.
Por su parte, a nivel internacional destacan los programas de apoyo a la presentación de propuestas europeas (APC) y los programas de colaboración entre España y otros países: Canadeka (España-Canadá), Iberoeka (España-Iberoamérica) o Eureka (España-Europa).
Todos los programas del CDTI, creado en 1977 y adscrito al Ministerio de Ciencia e Innovación, tienen el objetivo de ayudar a las empresas españolas a elevar su nivel tecnológico mediante el impulso de su participación en programas internacionales de cooperación tecnológica y el apoyo a la creación de empresas de base tecnológica, entre otras.
INCENTIVOS FISCALES
Durante la jornada, el director de Grupotec Artica, Fernando Bonet, explicó que todas las empresas que presenten propuestas a estos programas de ayudas a la I+D+i tienen, además, la posibilidad de acceder a una serie de incentivos fiscales. Para ello, se les exige a las empresas contar con un proyecto individualizado "bien planificado y documentado en el que queden reflejados claramente la idea, los objetivos, el presupuesto y la programación".
Tal y como quedó expuesto durante las ponencias, las deducciones fiscales a la I+D+i favorecen la competividad y el crecimiento de las empresas y tiene efectos beneficiosos sobre su rentabilidad financiera, ya que son proporcionales al gasto realizado y sus efectos económicos son equiparables a la subvención, pero con la diferencia de que no tributa.
Unos beneficios todavía poco explotados por las pymes españolas debido, según Bonet, "a la dificultad para identificar y calificar actividades de I+D+i, creyendo que es necesario disponer de un departamento que se ocupe de ello; un sentimiento de inseguridad jurídica frente a eventuales inspecciones fiscales, y una falta de información, sobre todo en las pymes".
Las grandes empresas, en cambio, utilizan los incentivos porque disponen de recursos para identificar proyectos, calificarlos y suficientes beneficios como para poder aplicar todas las deducciones. "A las pequeñas y medianas empresas puede no compensarles la aplicación del incentivo que muchas veces debe diferirse a otros ejercicios", concluyó Bonet.