MADRID 28 May. (EUROPA PRESS) -
La Asociación de Padres y Madres (AMPA) del colegio Tomás Bretón, ubicado muy cerca de la antigua fábrica de Mahou, están más "tranquilos" que hace unos meses con las obras de demolición de estas instalaciones, incluidas en el proyecto integral conocido como la operación 'Calderón-Mahou', pero aseguran que siguen "vigilantes" por si pueden ser perjudiciales para sus hijos.
Así lo han explicado en la última reunión que ha celebrado el AMPA con los responsables de las obras y en la que han señalado que están tranquilos "en cuanto a la actuación de la empresa AG y de las administraciones en el grado de cumplimiento de las medidas de seguridad".
"Pero eso no excluye que sigamos manteniendo la vigilancia y que propongamos nuevas medidas para salvaguardar la seguridad de nuestros hijos", han indicado, al tiempo que han reconocido que son "conscientes" de que una "incidencia cero, proveniente de una obra de tal envergadura es imposible" pero el "polvo generado evidentemente no es del agrado de nadie".
Afortunadamente, han dicho, "el viento y la lluvia han ayudado a minimizar estos efectos negativos" y esperan que para el inicio del curso siguiente "las molestias sean aún menores al haber finalizado derribos y ser sólo movimientos de tierra".
Hace dos meses, los padres explicaron a Europa Press que estaban preocupados por estos trabajos porque el colegio está demasiado cerca de las obras de demolición, y especialmente, el "patio, donde cae mucho polvo". En este sentido, denunciaron que no se había hecho un informe medioambiental al respecto, y que temían por la "salud de sus hijos".
Sin embargo, se llegó a la conclusión ya, después de hablar con los responsables, de que las obras "disponen de todos los permisos necesarios", que los trabajos se están realizando "conforme a la normativa exigible" y que las familias tienen que ser conscientes de que es "inevitable" que esta obra va a interferir en el "normal" funcionamiento del colegio.