MADRID 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
La conocida como playa de Madrid, uno de los elementos emblemáticos de Madrid Río, comenzará a construirse en noviembre en el gran parque de Arganzuela después de que la Junta de Gobierno haya aprobado el necesario contrato de obras por 2,6 millones de euros.
Será una playa urbana "donde tomar el sol, jugar con el agua, mirar el río y evocar el mar", como ha señalado el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno. Y es que con ella se acabará eso de que en Madrid no hay playa: los madrileños la tendrán y en el corazón de la nueva zona verde de la ciudad.
El parque de Arganzuela contará con una superficie de 215.000 metros cuadrados, donde se plantarán 7.600 nuevos árboles. Las obras están ya ejecutadas en un 40 por ciento y se prevé que acaben en abril de 2011.
Concretamente, la playa urbana ocupará una superficie de 11.930 metros cuadrados a orillas del río, entre el puente monumental de Dominique Perrault, actualmente en construcción, y una nueva pasarela peatonal a la altura de la calle de las Navas.
Se pretende así, en palabras del alcalde, facilitar la accesibilidad a los más de 400.000 vecinos que residen en los distritos de Arganzuela, en la margen izquierda, y de Carabanchel, en la derecha.
EL AGUA COMO GRAN PROTAGONISTA
El diseño de la playa urbana, realizado por el equipo M-Río, arquitectos y el estudio West-8, en colaboración con los técnicos del área de Urbanismo, facilita la utilización del agua como elemento lúdico, incorpora la luz para realzar la belleza del sistema acuático y configura un espacio de encuentro rodeado por los árboles del parque y el cauce del río Manzanares.
La playa dispondrá de un frente que contacta con el río Manzanares de 270 metros lineales y estará formada por tres elementos principales: los recintos acuáticos, donde se podrá disfrutar de diferentes juegos de agua; el área seca de borde, y la pradera perimetral arbolada, configuradas ambas como zonas de descanso y esparcimiento.
Uno de los principales atractivos de la playa serán los tres recintos acuáticos en forma de elipse, que estarán situados a nivel del área seca perimetral, pero con una ligera para producir una lámina de agua en toda su superficie con el fin de que sea más accesible.
Cada uno de los recintos acuáticos, dotados de suelo de basalto semipulido para evitar deslizamientos, tendrá una superficie de 1.800 metros cuadrados, lo que en total configura una zona para juegos de agua de 5.400 metros cuadrados.
Además, cada uno de estos recintos estará equipado con tres efectos: nube de agua pulverizada; chorros verticales, de altura variable, controlada y cambiante, capaces de producir distintos efectos acuáticos, y sistema de inundación para crear la lámina de agua de tres centímetros de profundidad. En total, dispondrán de 315 nebulizadores y 72 chorros de agua.
Con ellos se pretende que los madrileños disfruten del agua, bien bajo los chorros o la nube, o tendiéndose y poniéndose a remojo en la lámina superficial. Es por eso, como ha detallado Gallardón, que se ha puesto una especial atención al mantenimiento de la calidad del agua.
PARA LOS QUE QUIERAN BRONCEARSE
Los que quieran broncearse lo podrán hacer de la mano del área seca de borde, de 1.530 metros cuadrados pavimentados con granito. La tercera columna de proyecto es la pradera, con 5.000 metros cuadrados en los que se plantarán 290 árboles, como chopos y ginkos, donde los usuarios podrán encontrar sombrillas, tumbonas o sillas para tomar el sol.
Y para resaltar la belleza de la zona durante la noche nada mejor que una buena iluminación. Así, las fuentes contarán con una iluminación cambiante mediante la instalación de leds en los surtidores, en la zona central de la nube de agua y en la lámina de los recintos acuáticos.
Ruiz-Gallardón ha subrayado que la construcción de esta playa urbana supone el "cumplimiento de uno de los compromisos adquiridos con los niños que participaron en el concurso infantil y juvenil Madrid Río", celebrado en el año 2005. En él tomaron parte 3.525 escolares madrileños, que presentaron 5.515 propuestas sobre cómo creían ellos que debían ser los espacios liberados del tráfico por la reforma de la M-30.
La propuesta ganadora fue la de una alumna de tercer curso de Educación Primaria, en la que sugería crear una playa. Añadía, como ha leído el alcalde, que "para que sea un lugar más divertido, tendría que haber un parque pequeño, con columpios y toboganes para los pequeños y distintas actividades como baloncesto, fútbol, tenis y petanca para los más mayores".
"Ésta sería para mí la idea perfecta y la llamaría 'La playita de Madrid'", escribía entonces la joven alumna. La propuesta fue trasladada al equipo ganador del concurso internacional Madrid Río, que dirige el arquitecto y urbanista Ginés Garrido, para su incorporación al Plan Especial.
Sin embargo, como ha matizado el alcalde, la playa no irá sobre un parque pequeño sino en otro de importantes dimensiones y rodeada de instalaciones deportivas, culturales y de ocio, como un carril bici, pistas de patinaje, skate, pistas polideportivas, espacios para conciertos y espectáculos al aire libre, así como un centro de interpretación del río Manzanares.
Por otro lado, el alcalde de Madrid ha recordado sobre la seguridad y mantenimiento de la zona que recientemente se aprobó un contrato general para todo Madrid Río, en el que está incluido todo lo necesario para evitar el deterioro del mobiliario urbano. A eso se suma la presencia de la Policía Municipal con una instalación específica en la zona.