La Policía despliega un operativo especial contra los cientos de carteristas que llegan a Chueca en el Orgullo

Actualizado: viernes, 3 julio 2009 21:30

MADRID, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -

Las Policía Nacional y Municipal han deplegado un operativo de seguridad especial en torno a las fiestas del Orgullo Gay para contrarrestar la acción de los cientos de carteristas de toda Europa que han llegado ya a Chueca, según informó a Europa Press el presidente del Colectivos de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales de Madrid (COGAM), Miguel Ángel González.

Por ello, los organizadores del evento han imprimido cientos de carteles y folletos, que reparten estos días por la zona, con consejos y recomendaciones para evitar ser víctimas de hurtos. Además, desde los escenarios también se hacen continuos llamamientos a extremar las precauciones en materia de seguridad.

Según explicó González, los coordinadores de Madrid Orgullo 2009 han mantenido continuos contactos y reuniones con responsables de Seguridad de la comisaría de Centro de la Policía Nacional y Nacional. "Agradecemos el esfuerzo que este año están haciendo los agentes, con policía uniformada y de paisano", dijo.

Y es que ya se han redoblado los esfuerzos policiales estos dos últimos días en las calles de Chueca. Para evitar aglomeraciones, peleas y robos, se han colocado vallas en las entradas a las calles principales, que custodiaban varios agentes y personal de control de accesos.

AUMENTO DE ROBOS EL AÑO PASADO

El dispositivo se ha desplegado con importancia este año ante el "considerable incremento" de robos de bolsos y objetos personales y la presencia de carteristas en el barrio de Chueca.

Según indicaron a Europa Press fuentes de la organización, los 'cacos' llegados de Europa están especializados y suelen estár conformados por grupos de cuatro personas, algunos de ellos menores, que aprovechan las concentraciones de gente, el tumulto y las altas temperaturas para robar bolsos, carteras y otras pertenencias personales, tanto por descuido como introduciendo sus manos en bolsos, mochilas y hasta en bolsillos. Luego, se pierden y camuflan entre los viandantes hasta que se reúnen para compartir el botín.

Así, el pasado año decenas de personas se acumulaban durante la noche en bares y otros rincones donde no llegara el estruendo de los conciertos o del gentío para anular sus tarjetas de crédito, después de haber sido víctimas de uno de estos robos.