MADRID, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional decidió hoy mantener en prisión hasta la celebración de juicio al presunto miembro de una célula islamista que se presentó ayer ante el tribunal por sorpresa y sin abogado. La vista tuvo que ser aplazada para que el acusado pueda designar a su defensa.
Según informaron fuentes jurídicas, la Sala que deberá juzgar a los cinco miembros de una supuesta célula yihadista decidió esta mañana que este acusado, Salim Zerbouti, continúe en la cárcel para garantizar que acude al juicio, dado que no ha podido acreditar ningún domicilio. El procesado se encontraba en prisión desde ayer, tal y como había solicitado la Fiscalía, en espera de que demostrara su residencia.
Zerbouti se presentó ayer al juicio a pesar de encontrarse en busca y captura desde el pasado mes de octubre, cuando dejó de acudir a las comparecencias periódicas que tenía marcadas en un juzgado de Alicante. Fue detenido en noviembre de 2005 junto al resto de acusados de intentar comprar material explosivo con el objetivo de atentar contra un edificio de El Corte Inglés de la calle Princesa de Madrid.
El pasado mes de septiembre, su abogado anunció su deseo de renunciar a su defensa. La Audiencia Nacional notificó entonces al juzgado de Alicante que el acusado debía contar con un letrado y, si no lo tenía, asignarle uno de oficio.
Sin embargo, el presunto islamista fue declarado en rebeldía después de que la secretaria del juzgado de Alicante no lograra localizarle para notificarle la práctica de nuevas diligencias. De esta manera, Zerbouti ha estado en busca y captura hasta ayer, cuando se presentó al juicio señalado para esta fecha junto al resto de acusados.
SUPO DEL JUICIO POR SUS "COMPAÑEROS"
Antes de comenzar la vista oral, Murillo le preguntó cómo sabía que tenía que acudir a la Audiencia Nacional si no se le había notificado la citación y el acusado explicó que lo sabía por sus "compañeros". Zerbouti alegó ante el tribunal que se fue a vivir a Elche y aseguró que, desde entonces, acudió a firmar en los juzgados de la localidad alicantina.
La magistrada Teresa Palacios le explicó que era considerado en situación de rebeldía, porque el juzgado de Alicante no logró localizarle y agentes de la Policía comprobaron que no residía en el domicilio que había notificado.
Por su parte, la fiscal defendió la necesidad de que el juicio se celebre con los cinco procesados y lamentó el "grave daño" que a la Administración de Justicia le provoca el aplazamiento de la vista. La representante del Ministerio Público solicitó el ingreso en prisión de Zerbouti para "garantizar" así su presencia en la próxima vista.
Murillo también deploró el retraso en el desarrollo del juicio y lo atribuyó a una "estrategia". Tras advertir que esto también quedará "por escrito", fijó la celebración de una comparecencia en la que finalmente se decidió el envío en prisión de Zerbouti como mínimo hasta hoy, cuando finalmente se ha decidido que el procesado permanezca en prisión, ya que no ha podido acreditar con documentos que cuenta con un domicilio.
La fiscal atribuye a los cinco supuestos islamistas el delito de colaboración con organización terrorista, por el que solicita siete años de prisión para cada uno, e imputa al presunto cerebro, Bouchema, el delito de receptación, por el que le pide un año más.
También atribuye a Sihamida los delitos de falsificación en documento oficial (un año y seis meses) y de tenencia de útiles para la falsificación (ocho años), delito que imputa igualmente a Sadji.
Según el escrito de conclusiones provisionales de la representante del Ministerio Público, la célula buscó hacerse con el material explosivo a través de una persona, identificada en la causa como 'testigo protegido A-1', quien reveló que uno de los procesados le comunicó sus intenciones de hacer un "trabajo" en El Corte Inglés de Princesa, en Madrid. Tras resultar fallido el intento de comprar goma 2 a cambio de hachís en Granada, tantearon la posibilidad de adquirir 'mercurio rojo'.