MADRID, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
El centro pastoral San Carlos Borromeo ha anunciado este viernes que formulará una queja ante el Defensor del Pueblo y a la Sección Española de Amnistía Internacional, con la finalidad de que actúen en defensa de del colectivo de gitanos rumanos del poblado chabolista del Gallinero y se investigue "la posible vulneración de sus derechos" tras los derribos practicados el pasado 5 de marzo.
De esta forma, han señalado que los derribos se realizaron "con absoluto desprecio por los derechos de las personas afectadas", ya que han alegado que "no existía orden judicial de derribo de las viviendas, sino únicamente resoluciones judiciales instando el desalojo de las parcelas, unos autos que no fueron notificados a las familias, algunas de ellos aún hoy no han tenido acceso a dichas resoluciones".
"Los autos dictados se desprenden de un procedimiento judicial que lleva tramitándose más de dos años, sin que hasta la fecha se haya oído en declaración a las familias, se les haya notificado la existencia de dicho procedimiento o se les haya designado letrado, cercenando por tanto su derecho a la defensa", ha agregado.
El centro pastoral ha denunciado que el responsable de los derribos de las viviendas fue el Ayuntamiento de Madrid "y no los juzgados como indebidamente se ha hecho creer". "De hecho fue el Jefe de Disciplina Urbanística del Ayuntamiento quien ejecutó los derribos, inutilizando además algunos de los caminos de acceso a las casas que quedaron en pie, actuación injustificada que no tiene otra razón ni consecuencia que endurecer las condiciones de vida de los vecinos del gallinero. Por supuesto tampoco se dio trámite de alegaciones a los vecinos en los expedientes de demolición de sus casas", ha apuntado.
Asimismo, critica que n o ni dio aviso a los vecinos con suficiente antelación, "desoyendo la recomendación del Defensor del Pueblo para que pudieran buscar un alojamiento alternativo, ni proveyó a los vecinos de un alojamiento adecuado a sus necesidades".
"En este sentido es preciso significar que únicamente se ofreció a las familias un alojamiento de emergencia, obviando que no estamos ante una situación de urgencia que no era previsible ( una inundación o terremoto) sino ante unos derribos planificados por el Ayuntamiento de Madrid", ha apuntado.
La parroquia de San Carlos Borromeo se ha quejado, igualmente, que el Ayuntamiento de Madrid no comunico a las instituciones sociales destinadas a intervenir en el poblado del Gallinero, IRIS y equipo de mediación de la Cruz Roja, la operación de derribo y demolición, "lo que supone un contrasentido con el trabajo de desarrollo comunitario con la población gitano-rumano del gallinero, señalando que las brutales intervenciones de derribo y policialización realizadas chocan con el proceso de acompañamiento familiar y colectivo de las familias y los niños de dicho poblado".
Por último, el centro pastoral considera que las actuaciones llevadas a cabo "vienen a frustrar todo el trabajo de inserción social llevado a cabo en los últimos cinco años condenando a la exclusión social y a la vulnerabilidad personal a este colectivo, el colectivo rom históricamente maltratado y excluido".
