MADRID 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
La brecha que produce la línea 5 de Metro entre Campamento y Empalme será historia desde septiembre, cuando concluyan los trabajos de cubrimiento de este tramo, que será transformado en un pasillo verde, como anunció hoy el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.
Habrá que esperar hasta el año 2010 para que todas las obras estén terminadas, momento en el que los vecinos del barrio de Aluche disfrutarán de una ruta alternativa al tráfico rodado, junto a una mejora de los flujos peatonales, hasta ahora interrumpidos por las vías. En este momento sólo podían cruzarse por la plaza de Daniel Zuazo o por la pasarela peatonal ubicada junto a la estación de Empalme.
Gallardón, acompañado por la delegada de Obras, Paz González, explicó que con estas obras "se cierran brechas y se cosen heridas del tejido urbano". Los trabajos son financiados íntegramente por el Ayuntamiento de Madrid, con un presupuesto de 11,9 millones de euros, y están incluidas en el Plan Especial de Inversiones de Latina, consensuado entre el Consistorio y la Federación Regional de Vecinos de Madrid (FRAVM).
Por su parte, Paz González hizo hincapié en que las obras acabarán con una brecha que ha separado el barrio de Aluche desde hace 50 años. Parafraseando al cineasta Woody Allen, la edil dijo que esto es un ejemplo más del futuro porque éste "es el sitio en el que vamos a pasar el resto de nuestra vida".
Las obras de cubrimiento, que afectarán a un total de 350 metros de vías, incluirán la sustitución de la actual subestación eléctrica de la red de Metro y el restablecimiento de la conexión entre dos partes del distrito, separadas desde 1961. Los trabajos dependen de la UTE Sedesa Copisa.
Tanto Gallardón como González destacaron que con estos trabajos mejorará la movilidad de la zona gracias a una mayor fluidez del tráfico; incrementará la calidad ambiental por una reducción de la contaminación acústica; se crearán nuevas zonas verdes y espacios peatonales para los ciudadanos y mejorará el paisaje urbano al eliminar el impacto visual que genera la circulación de trenes.
Éste último aspecto será palpable a partir de septiembre, cuando concluya la estructura de cubrimiento y desaparezcan los 65 metros de tendidos eléctricos. En la superficie habrá un pasillo verde ya quede los 21.615 metros cuadrados sobre los que está actuando el Ayuntamiento, 18.294 serán de uso público, ocupados en su mayoría --un total de 17.000 metros cuadrados-- por una gran zona verde acondicionada para el tránsito peatonal con más de 150 árboles.
Además, la calle Tembleque ganará 1.225 metros cuadrados de nuevas aceras, y otros 1.582 se destinarán a la creación de nuevos viales. La recuperación de este espacio incluye 73 nuevas plazas de aparcamiento en superficie y un área infantil de 188 metros cuadrados. Por último, todo el ámbito de actuación tendrá nuevo mobiliario urbano (107 luminarias, 86 bancos, tres fuentes y una pérgola de madera de más de 100 metros).
El alcalde afirmó que de este modo Madrid "demuestra su capacidad para regenerarse para crear, allí donde había infraestructuras absolutamente necesarias pero que degradaban el entorno, nuevos espacios para la convivencia". "Éste es el Madrid del siglo XXI, en el que las heridas del tejido urbano se sustituyen por zonas verdes", apuntó.
En este sentido, el primer edil subrayó que este modelo ya se llevó a cabo con la remodelación de la M-30 y el soterramiento del tramo que discurre junto al río, la sustitución del paso elevado de Cuatro Caminos por un nuevo subterráneo, el nuevo acceso a la M-30 desde Sor Ángela de la Cruz o la creación de enlaces directos entre la M-40 y los nuevos desarrollos urbanos de Sanchinarro y Las Tablas.