MADRID, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Unión de Policía Municipal (UPM) perseguirá al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, durante las próximas semanas para intentar forzar a su equipo a que realice una negociación "real" del convenio de este Cuerpo, cuando tan sólo quedan diez días para que se cierre la mesa de negociación.
Según un portavoz de UPM, Javier Payar, durante la negociación del Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP), común para todos los funcionarios del Ayuntamiento de la capital, no se permitió la presencia en las mesas de algunos sindicatos sectoriales, sino sólo de los mayoritarios.
El pasado 31 de julio se convocaron las mesas de negociación para Samur, Bomberos, Agentes de Movilidad y Policía Municipal, en las que sí está presente UPM. Sin embargo, "en agosto no hubo ninguna reunión y el 15 de octubre se cierran las mesas", por lo que los representantes sindicales sólo tienen "una reunión el jueves y otra, en teoría, el día 15", aunque se muestran escépticos de que sirvan para algo.
"No tienen intención de negociar. Nos reúnen, estamos allí dos horas, les ofrecemos que nos encontremos todos los días hasta el día 15 para llegar a acuerdos pero (el Ayuntamiento) sólo pretende imponernos condiciones", aseguró Payar en declaraciones a los medios tras una manifestación de una decena de agentes en la Casa de Campo, que hoy visitaba el alcalde.
Según él, ésta será la tónica de las próximas semanas. "Las movilizaciones crecerán, los sindicatos hemos estado muy parados porque queríamos presionar en la mesa, pero los policías están muy hartos. Estamos intentando que no se desmadre, que no haya manifestaciones no controladas, ajustarnos y presionar al alcalde estos días. Forzar por lo menos que nos reunamos y podamos llegar a un acuerdo de verdad, pero no se está haciendo. Es un poco triste y un insulto a todos los agentes", afirmó Payar.
De hecho, la primera manifestación no convocada ya se produjo esta mañana, cuando sesenta agentes colapsaron la zona de la plaza de Cibeles en bicicleta y provocaron, según informaron fuentes de Movilidad y Seguridad a Europa Press, más atascos de lo habitual en las incorporaciones de la M-30 a la altura de Legazpi así como en la calle Princesa, paseo de Recoletos y de la Castellana.
Asimismo, los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de la capital también vieron alterado su servicio a primera hora de la mañana por esta manifestación no autorizada. En concreto, se han visto afectados 535 autobuses de 46 líneas, que, según el mismo portavoz, se traduce en 50.000 usuarios perjudicados aproximadamente.
REIVINDICACIONES
Este clima no es exclusivo de la Policía Municipal, según el portavoz de UPM. "Hay muchos trabajadores del Ayuntamiento cabreados. No sólo policías, también agentes de movilidad, bomberos y sanitarios del Samur. Sólo queremos un poco de sentido común en la mesa para que no haya riesgos", afirmó Payar.
En concreto, según explicó el sindicalista, sus peticiones pasan por una "modernización" de los medios policiales, comenzando por las pistolas que, en el caso de "muchos agentes, son aún revólveres, lo que no ocurre en ningún pueblo de la Comunidad de Madrid". "Madrid es una ciudad que tendría que modernizar sus recursos policiales y no se ha hecho", afirmó.
En el tema salarial, los policías aseguran no tener interés en "ganar más" porque conocen la actual situación de crisis económica. "Pero sí queremos que se mantengan nuestras condiciones laborales y, sobre todo, que no nos impongan nada. Los plazos de negociación son brevísimos, las condiciones son absurdas y nos están imponiendo todo. Sólo queremos un poco de sentido común, y no unas ofertas sin pies ni cabeza", añadió.
Durante su protesta de hoy en la Casa de Campo, el retén policial encargado de la seguridad durante la visita del alcalde incluso llegó a pedir la documentación a algunos de sus compañeros, según Payar. "Ha habido un exceso de celo de los mandos de los compañeros que estaban trabajando hoy, han identificado a algunas personas que se estaban manifestando, en teoría, por seguridad, aunque no había ningún problema de seguridad", afirmó el portavoz de UPM.
Así, temen que se pueda producir algún tipo de represalias, aunque confían en que no se llegue a ese extremo a pesar del "exceso de presión" que, a su parecer, se está ejerciendo sobre los agentes de servicio contra los que no lo están cuando se producen las protestas. "Intentan enfrentarnos a unos con otros, pero no creo que lo consigan porque los policías actuamos con sentido común y no estamos entrando en eso por ahora", zanjó Payar.