MADRID, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
Vecinos de la comarca del Tajuña han organizado una marcha este próximo 8 de junio contra el uso de combustible de residuos en la cementera de El Alto de la empresa Cementos Portland Valderrivas en Morata de Tajuña.
Para las asociaciones vecinales de Morata de Tajuña y Perales de Tajuña, el Ayuntamiento de Morata "no ha sido transparente en sus informes medioambientales, evitando en ellos la inclusión de mediciones de algunos metales pesados, las dioxinas y los furanos y los derivados del Bromo".
"Estos agentes provocarán la infección total del aire y el suelo y, lo más grave, son bioacumulables, pues permanecen en el organismo de animales y personas, y exponen, por saturación, a enfermedades finales", aseguran las asociaciones en un comunicado remitido este jueves.
Por ello, quieren que la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid "deniegue la autorización ambiental integrada que le solicita la empresa, donde se pretenden incinerar miles de toneladas anuales de residuos con el consiguiente perjuicio para la salud y el medio ambiente, en concreto, de todos los pueblos en un radio de 30 kilómetros, incluida la ciudad de Madrid".
La marcha se iniciará en bicicleta en Perales a las 10.30 horas y hasta Morata, en cuya plaza mayor se concentrarán frente al Ayuntamiento.
La iniciativa también es apoyada por IU: "No nos podemos quedar quietos. Hay que seguir movilizándose, porque estamos contra la Incineradora, aquí y en cualquier lugar, puesto que es un modelo de eliminación de residuos en el que no creermos", ha defendido la portavoz de IU Morata, Gemma Lázaro, en un comunicado remitido también este jueves.
PORTLAND VALDERRIVAS ASEGURA QUE NO EMITIRÁ MÁS CO2
Cementos Portland Valderrivas ha asegurado varias veces que no emitirá más CO2 al cambiar parte de su mix energético a combustible de residuos en la cementera de Morata, según su director, Luis Ángel Herreras.
El responsable de la fábrica de Morata de Tajuña ha precisado que la compañía ha pedido la autorización para utilizar "combustibles alternativos no peligrosos" compuestos por residuos que, de otra manera, "se destinarían a vertederos".
Herreras ha explicado que no se trata ni mucho menos de que la cementera pase a ser una incineradora, sino que comprará un combustible que ya llega totalmente procesado a la fábrica y en cuyo desarrollo se utilizan diferentes materiales que ya se han determinado y han sido controlados para que no sean nocivos.
