Vox anticipa una batalla frontal a Ayuso para volver a ser imprescindibles en 2027 con la migración como ariete

La portavoz de VOX en la Asamblea de Madrid, Isabel Pérez Moñino-Aranda (c), durante una manifestación, en la Plaza de Colón
La portavoz de VOX en la Asamblea de Madrid, Isabel Pérez Moñino-Aranda (c), durante una manifestación, en la Plaza de Colón - Jesús Hellín - Europa Press
Publicado: sábado, 31 mayo 2025 9:05

Advierte de que en 2027 exigirán compromisos concisos en aquellos lugares donde sean llave de gobierno: "Pactar por pactar, jamás"

MADRID, 31 May. (EUROPA PRESS) -

Vox anticipa una batalla frontal frente a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, para volver a ser imprescindibles tras las elecciones autonómicas de 2027 con la "batalla de las ideas" como ariete, centrándose en cuestiones "de base" como la migración irregular, el islamismo o el precio de la vida.

"Ayuso lo que hace es disfrazarse de Vox y es complicado competir con un huracán", han afirmado a Europa Press fuentes del partido cuando se cumplen dos años de las elecciones de 2023, que los situaron como cuarto grupo en la Asamblea y tras las que dejaron de ser necesarios para la presidenta, quien logró una mayoría absoluta.

En estos dos años la formación ha cambiado de liderazgos sustituyendo a Rocío Monasterio por el portavoz nacional del partido, José Antonio Fúster, como presidente de Vox en Madrid y a Isabel Pérez Moñino como portavoz en la Asamblea.

También, aseguran, han "aprendido mucho de negociación" y ven 2027 como la oportunidad de "mejorar los pactos" y advierten a Europa Press de que no se contentarán, como pasara en 2021, con "orientaciones generales", sino que reclamarán medidas específicas y pasos concisos con una lista que llegará "del techo al suelo".

"Todo definido porque pactar por pactar, jamás", avisan a Ayuso desde este nuevo Vox, que ha entrado a la confrontación directa con la presidenta autonómica, especialmente en las sesiones de control del Pleno de la Asamblea.

En sus choques parlamentarios Ayuso les ha tachado de "irrelevantes", de que "no sirven para nada", de que "todas" sus propuestas pasan "por un atropello a la Constitución"; y ha cargado contra la dirección nacional del partido por declararle "la guerra abiertamente".

LA BATALLA DE LAS IDEAS

"Nosotros no tenemos nada contra ella. No es ella, son sus políticas", afirman desde Vox, quienes creen que tras este intento de "ridiculizar" al partido se esconde que "no se puede decir que Madrid esté mejor que hace dos años" y su "ambición nacional".

De hecho, consideran que la forma de abordar su oposición en la Cámara es radicalmente distinta a la de la izquierda basada en lo personal --que se centra "en su ático y el novio"--, mientras que para los de Santiago Abascal la batalla "está en las ideas".

Es por ello, según han insistido a Europa Press, que Ayuso busca desde las elecciones presentarse como "la gran destructora de Vox", porque "no le gusta el debate" sobre política migratoria o "la prenda opresora para la mujer" del 'hiyab' musulmán.

Precisamente, el "avance del islam" en la región ha sido el protagonista de los últimos cara a cara entre Moñino y Ayuso en el Pleno. La primera ha acusado a la presidenta de ser islamófila al no atreverse a "hacer frente al enemigo del Siglo XXI" al tiempo que desplegaba una bandera de la Comunidad de Madrid en la que cada una de las estrellas quedaba envuelta por la media luna.

Un enfrentamiento que han llevado también a iniciativas parlamentarias como la proposición no de ley (PNL) para pedir la eliminación del programa de cultura marroquí de las aulas madrileñas o la invitación a la Cámara a la profesora Elena Ramallo, conocida por sus críticas al uso del velo islámico en los centros educativos.

ACOPLE CON LA DIRECCIÓN NACIONAL

La llegada del tándem Fúster-Moñino en octubre de 2024 a la dirección del partido en Madrid suponía también la alineación con la cúpula nacional. "Ha sido muy fácil. Había ganas por ambas partes", resumen a Europa Press desde la formación 'verde', después de señalar que, tras la salida de Rocío Monasterio, se apuesta por la idea de que Vox debe demostrar "coherencia en todas partes" frente a un modelo de "baronías" promovido por PP y PSOE que fomentan la "creación de una España fraccionada".

De hecho, los nuevos dirigentes de Vox Madrid, según han trasladado desde la formación, han advertido de los riesgos de un 'Madrid DF' proyectado por Ayuso en el que "el gran imán" de la capital acelere la caída de las provincias colindantes "muy despobladas".

"Se está proyectando un Madrid carísimo. Un Madrid como París o Londres", destacan estas mismas fuentes a Europa Press, recalcando la importancia que ven a que se mantenga la "identidad" y la "población autóctona", al tiempo que han alertado de que el aumento de la población implica también el desarrollo de unos servicios públicos que aún no se están proyectando. "Cuando decimos ni uno más en inmigración ilegal no estamos proyectando un Madrid en 2027, sino en 2040", han apostillado.

LA HISPANIDAD COMO "HERRAMIENTA DE INTEGRACIÓN"

Y es precisamente la migración uno de los principales arietes de Vox frente a Ayuso, quien argumenta que no tiene competencias en la materia. Los 'verdes' han hecho de su rechazo a la acogida de menores extranjeros no acompañados una de sus principales banderas --que les llevó a romper los acuerdos con el PP en las comunidades autónomas-- porque consideran que introducen en los barrios inseguridad.

"La gente tiene ojos", recalcan a Europa Press estas fuentes de Vox, que matizan que, mientras que con el mundo islámico es "imposible", con los migrantes procedentes de Latinoamérica sí habría formas de integrarlos.

Creen que esa es la clave y que en ella, la Hispanidad --concepto fetiche de Ayuso-- podría ser una palanca "muy poderosa", pero que no se está optando por apoyarles para que progresen sino que se ha optado por "abandonarlos" mientras se les señala el sector servicios o trabajos que requieren poca formación.

EL "MODELO ARGANDA"

A pesar de la confrontación palpable entre PP y Vox en la Asamblea, son imprescindibles el uno para el otro en los casi 30 municipios donde gobiernan en coalición. Para los de Fúster el ejemplo a seguir es Arganda del Rey, donde se llegó a un "gran pacto" a principios de abril para "sumar fuerza" de cara a los dos años restantes. "Es el modelo de pacto que queremos exportar al resto de municipios", han remarcado las citadas fuentes.

La bajada de impuestos, la eliminación de subvenciones a grupos políticos y sindicatos y el cambio de nombre de Concejalía de Igualdad por Concejalía de Igualdad de Oportunidades fueron los tres ejes de este pacto que, además, desencalló la negociación de los Presupuestos municipales en Collado Villalba y en Pinto, según han explicado desde Vox.

La otra cara de la moneda en los gobiernos municipales es Torrelodones, donde la mala sintonía se dejó notar desde el inicio de la relación. "[La alcaldesa, Almudena Negro], no entiende el trabajo en equipo, así que le auguramos un futuro amargo a ese pacto", han esgrimido.

Con la mirada puesta en 2027 y el objetivo de asentarse, han explicado a Europa Press que su hoja de ruta será "mejorar las listas" con un "llamamiento al talento" y el rejuvenecimiento de los cuadros de la formación. Además, están trabajando para poder presentar un programa electoral en los municipios que esté pegado al terreno, "casi 'ad hoc'", y que recoja las propuestas necesarias para cada ciudad y pueblo donde se presenten.

LA DUDA SOBRE ORTEGA SMITH

Por su parte, una de las incógnitas del partido es la continuidad de su líder en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith, que renunció a la Secretaría General de Vox nacional en 2022 tras perder el favor de su partido.

En los pasillos de Cibeles hay quien mira a su mano derecha en el grupo, Carla Toscano, que renunció a su escaño en el Congreso al inicio del pasado año por "motivos personales", como un posible relevo como cabeza de lista.

Ortega Smith afirmaba esta semana que no dejará el partido y advertía de que no nació "para que fuera la casa particular de nadie", afirmando que él pertenece a Vox "por derecho propio" al ser uno de sus fundadores.

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