MADRID, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Asociación Nacional de Comerciantes de Vehículos (Ancove) ha calificado como "preocupante" que el crecimiento de las matriculaciones de automóviles en septiembre esté sustentado por los canales de empresas y alquiladores y no por el de particulares, "garante de la salud financiera de los concesionarios".
En un comunicado, la organización mostró su preocupación en relación con que una parte relevante de los coches matriculados en septiembre estén financiados con el Plan PIVE y resaltó que octubre será el mes en el que se conozca realmente el efecto del fin de las ayudas a la compra.
"Nuestra preocupación está en la rentabilidad de los comerciantes de vehículos y en este sentido consideramos que los síntomas no son especialmente positivos para los concesionarios. Las ventas de agosto y septiembre han crecido, pero podría deberse al adelanto de las compras que ha precedido al final de los planes de ayudas", afirmó el presidente de Ancove, Elías Iglesias.
Asimismo, Iglesias apuntó que las incertidumbres política y económica podrían desincentivar el consumo de productos de tanto peso como el automóvil y señaló que en la segunda parte del año podría mostrar peores resultados de los registrados hasta la fecha.
Por otro lado, la organización subrayó que el aumento de las automatriculaciones y de compras de coches para demostración y cortesía en lo que va de año obliga a los comerciantes a vender dichas unidades con márgenes menores y aseguró que es un síntoma de la debilidad de un mercado que no acaba de arrancar.
Según Iglesias, hacer crecer las ventas con unos objetivos poco realistas exige de a los concesionarios la reducción de los márgenes, lo que supone una política que puede beneficiar a los fabricantes de automóviles, "pero no a sus redes de distribución que tienen que financiar la producción de las fábricas que quieren seguir funcionando a los mismos ritmos, a pesar de que el mercado da muestras de agotamiento".
