MADRID, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) ha celebrado el acuerdo alcanzado el pasado jueves 7 de diciembre por la Comisión Europea, Parlamento y estados miembros para la reforma del sistema en la aprobación de vehículos antes de ponerse a la venta, a través de la cual se multará con hasta 30.000 euros a cada coche que incumpla los mínimos estándares legales en emisiones.
Los fabricantes han comunicado su aprobación respecto al fortalecimiento de las medidas mínimas de vigilancia para que todos los vehículos vendidos en la Unión Europa pasen los mismos controles y también han pedido que esta tendencia a la armonización en todos los Estados Miembros continúe en el futuro.
Según el secretario general de ACEA, Erik Jonnaert, este nuevo acuerdo supone un sistema más "robusto y eficiente", a la vez que evita "excesivas trabas administrativas para los fabricantes de automóviles".
LA COMISIÓN TAMBIÉN EFECTUARÁ VERIFICACIONES
En caso de que el texto sea finalmente aprobado, los países de la Unión Europea tendrán que llevar a cabo ciertas inspecciones en al menos un vehículo por cada 40.000 registrados, con un mínimo de cinco pruebas por estado miembro. El 20% de estos test se centrará en las emisiones que produce el vehículo.
Por otro lado, el Gobierno comunitario podrá llevar a cabo verificaciones de mercado de forma independiente a los estados miembro, con la posibilidad de retirar los vehículos que no cumplan con las normas de homologación en toda la Unión Europea.
La Comisión dirigirá, a su vez, un nuevo foro de aplicación para la transparencia total en casos de incumplimiento y para una mejor coordinación de las actividades de vigilancia del mercado por parte de los países que componen la Unión Europea.
Además, la nueva regulación mantiene el veto actual a los dispositivos que detectan que el vehículo está siendo objeto de pruebas de laboratorio.
