MURCIA 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
Científicos del departamento de Producción Animal de la Universidad de Murcia (UMU) han desarrollado un sistema integral que permite reutilizar los purines de cerdo --cadáveres, orines y defecaciones-- para obtener de ellos energía eléctrica, calor y agua, según informó a Europa Press el investigador principal del grupo, Antonio Muñoz.
El sistema consiste en someter los restos a una digestión en régimen de ausencia de oxígeno --anaerobio-- con la adición de unas bacterias, lo que produce un biogás, rico en metano, que actúa como un buen combustible para que un motor de cogeneración pueda producir energía y calor, que se pueden emplear para autoabastecer la explotación ganadera o para su vertido a la red eléctrica.
Como resultado, los ganaderos pueden obtener un beneficio de "hasta cuatro euros por metro cúbicos de purín", lo que, a juicio de Muñoz, "amortizaría la inversión realizada en el proceso en unos cuatro o cinco años, dependiendo de las subvenciones o de la política fiscal que se le aplicaría".
En la Región de Murcia se producen 4,5 millones de cerdos, así como "cerca de 600.000 cadáveres al año, sobre todo lechones, que mueren prematuramente", por lo que se trata de un subproducto "que ronda las 25.000 toneladas al año de cadáveres", a lo que hay que sumar "casi de nueve millones de metros cúbicos de purines, por lo que no son cifras como para mirar para otro lado" y constituye un potencial energético "importante", matizó.
El ganadero puede utilizar estos beneficios para acabar con el problema medioambiental de los residuos, porque el proceso no consume el nitrógeno ni el fósforo, que son los principales contaminantes de los suelos. Así, a estos residuos hay que darle otro tratamiento que no es económicamente viable, que consiste en su desnitrificación y desfosfatación, para conseguir agua y abonos compatibles con el ecosistema.
Dedicarse a hacer control medioambiental de fósforo y nitrógeno "es un coste puro y duro para la explotación ganadera, pero si, previamente, haces la producción de biogás para electricidad y agua caliente, el margen de beneficios que deja, puede financiar todo lo demás y sigue generando dinero", indicó.
Estos beneficios son posibles "gracias a que el Gobierno publicó una prima especial a la producción de electricidad a través del biogás". Sin esta prima a la producción de electricidad utilizando el biogás como combustible en los motores de cogeneración, publicada el año pasado, Muñoz destacó que el proceso "no sería viable, sino un coste añadido".
Muñoz, quien explicó que su grupo de investigación "lleva varios años dedicados a los modelos de granjas sostenibles", determinó que el sistema "responde a un planteamiento base muy sencillo: para darle de comer a la población mundial no se les puede dar productos ecológicos, sino que hay que hacer una producción intensiva por la capacidad de demanda que existe del producto".
De esta forma, se hace necesario "reutilizar todos los subproductos que se puedan generar en una granja de cerdo, como los purines, como las defecaciones y el orín, y los cadáveres", señaló este científico, quien explicó que su labor consistió en "combinar todo el proceso y hacer un ajuste integral que contempla la obtención de energía, y la depuración de estos subproductos para que sean compatibles con el sistema".
Y es que, de cada cien gramos de proteínas que les das a un cerdo en su alimentación, "defeca 66, y sólo incorpora un 33 por ciento a su crecimiento, por lo que hay un potencial orgánico, y nuestra propuesta es intentar obtener energía, en forma de energía eléctrica y térmica, mediante la digestión anaerobia de todos esos subproductos".
El sistema de valorización propuesto por la UMU, se "está empezando a implementar en el mundo real", explicó el científico, quien supuso que "cuando pase la crisis se implantará mejor, y la idea es devolver al ecosistema los residuos generados en la granja en forma de energía, agua y abono".
"Empezaremos a implantar el nuevo concepto de granja intensiva sostenible y, ahora, estamos en un proceso de transformación importante de la ganadería intensiva, a un nuevo orden, no se puede mirar para otro lado en este tema, se trata de inversiones importantes que luego se recuperan a los cuatro o cinco años, pero ahora nadie está para invertir", matizó.
Sin embargo, "el conocimiento ya está generado y existe la tecnología suficiente para asistir a la transformación de la industria pecuaria en toda Europa, si se quieren compatibilizar con el medio ambiente", matizó. Cuando llegó la prima a España, venía acompañada por la crisis y no tuvo tanto éxito.