Esto significa que el peso de los jóvenes en el coste total de los accidentes de tráfico en la Región de Murcia supone un 40%
MURCIA, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
El coste total de los accidentes de tráfico en la Región de Murcia en el año 2009 se estima en más de 124 millones de euros. De estos, casi 50 millones corresponden al coste de los accidentes de tráfico de los jóvenes, según han informado fuentes del RACC en un comunicado de prensa.
Esto significa que el peso de los jóvenes en el coste total de los accidentes de tráfico en la Región de Murcia supone un 40 por ciento, dato muy destacable si tenemos en cuenta que representan aproximadamente el 22 por ciento de la población total.
Entre los años 2000 y 2009 la mortalidad por accidente de trafico en carretera cayó un 53,6 por ciento en el conjunto de España y un 53 por ciento en la Región de Murcia. En cambio, el numero de jóvenes muertos en las carreteras descendió un 64,6 por ciento en el conjunto de España y un 67,7 por ciento en Murcia.
El RACC propone hacer aflorar el problema, el primer paso, absolutamente imprescindible, es hacer aflorar el problema de los jóvenes y la seguridad vial en la Región de Murcia y que todos los agentes implicados conozcan la magnitud del problema y actuar en consecuencia. Para ello, señalan, es imprescindible disponer de información precisa sobre las víctimas de los accidentes de tráfico.
Además, es necesario cambiar la actitud que es una de las principales causas que provocan los accidentes de tráfico de los jóvenes, junto con la aptitud.
Para propiciar este cambio de actitudes habría que aplicar las siguientes medidas: campañas de información, dirigidas específicamente a los jóvenes y focalizadas en los principales problemas de accidentalidad de la Región de Murcia, sobre todo en el uso de motocicletas y ciclomotores, que según los datos mostrados anteriormente, el numero de víctimas se ha reducido muy poco, sobre todo en el caso de los ciclomotores.
En cuanto a la formación de un conductor, no puede limitarse, ni concentrarse, en el momento en que obtiene su permiso se conducir. La educación y formación vial debe iniciarse en la infancia y continuar a lo largo de la vida de la persona, debe ser continua centrándose en contenidos de movilidad y seguridad vial. La educación en seguridad vial en la etapa escolar, subrayan, "es fundamental".
Por otra parte, el conductor alternativo garantiza una movilidad con mucho menos riesgo. Esta iniciativa, señalan desde el RACC, refleja una actitud de responsabilidad y de autorregulación por parte del grupo en el que se personaliza.
La participación de las administraciones locales y regionales son fundamentales para promover esta figura a través de campanas de educación vial, concluye el estudio.
