El director del ARQVA participa en el proyecto de búsqueda de los barcos de Hernán Cortés hundidos en la costa mejicana

Museo Nacional de Arqueología Subacuática - ARQUA (Cartagena)
Museo Nacional de Arqueología Subacuática - ARQUA (Cartagena) - ARQUA - Archivo
Actualizado: miércoles, 25 diciembre 2019 0:54

Iván Negueruela confía en seguir participando en esta excavación que ya ha encontrado cuatro anclas compatibles con las naves de Cortés

MURCIA, 25 Dic. (EUROPA PRESS) -

El director del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQVA), Iván Negueruela, ha participado en el proyecto de búsqueda de los barcos con los que Hernán Cortés arribó por primera vez a América en 1519, dando comienzo a la presencia hispana en el continente y originando la conquista del Imperio Azteca.

Cabe recordar que Cortés zarpó a finales de 1518 de la isla de Cuba con 11 naves y llegó en 1519 a Villa Rica de Veracuz, en la actual costa de Méjico, donde ancló, barrenó y hundió los barcos tras un motín de su tripulación para evitar que ninguno de ellos pudiera regresar a España.

Cuando se cumplen 500 años de esa efeméride, un equipo de arqueólogos mejicanos, con la colaboración de Negueruela y otros tres historiadores estadounidenses, lleva a cabo una investigación que ha conseguido encontrar cuatro anclas que serían compatibles con las que equiparon las naves de Cortés.

En declaraciones a Europa Press, Negueruela recuerda que Cortés era un hombre "muy decidido y expeditivo" que decidió dar el salto al continente, donde se encontraba el Imperio Azteca. Los arqueólogos conocen este episodio y la ubicación de su desembarco con detalle gracias a las cartas de relación que el propio Cortés envió al Rey Carlos V, que están publicadas y son muy conocidas.

En concreto, el conquistador extremeño redactó cinco cartas de relación para lavar su imagen ante la Corona y escribir sus experiencias. Se trata, añade, de documentos "muy fiables" en los que cuenta el naufragio de sus naves en Villa Rica, un lugar de la actual costa mejicana muy despoblado donde hay una bahía "inmensa" cerrada justo en el centro por un islote que ejerce como rompeolas.

En base a toda esta información, el subdirector de Arqueología Subacuática de Méjico, Roberto Junco, dependiente del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) del país centroamericano (el equivalente al Ministerio de Cultura español), inició la búsqueda de los restos con la ayuda de sensores.

Fundamentalmente, en la búsqueda se ha usado el sonar de barrido lateral, la sonda multihaz y el magnetómetro de protones, que es un penetrador de fango que puede profundizar hasta 6 metros bajo del lecho marino y remite a la superficie si hay concentraciones metálicas.