La acusación particular mantiene una pena de 30 años de cárcel para cada uno de los procesados al entender que son autores de asesinato
MURCIA, 16 May. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía ha rebajado a 12 años la pena de cárcel que reclama para cada uno de los dos adultos acusados de la muerte de un hombre con un arma blanca en una gasolinera de la pedanía lorquina de Sutullena el 26 de mayo de 2023 al entender que los hechos son constitutivos de un delito de homicidio y no de asesinato.
El juicio ha comenzado este viernes en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, presidida por el juez David Castillejo, tras la constitución del tribunal del Jurado.
Cabe recordar que el juzgado de menores 1 de Murcia ya juzgó por estos hechos a un menor de edad que fue condenado en sentencia firme a cuatro años de internamiento en régimen cerrado, seguidos de dos de libertad vigilada, por apuñalar a la víctima en la parte de atrás de la estación de servicio.
Igualmente, el juzgado impuso al menor y a sus padres, en concepto de responsables civiles, la obligación de indemnizar con un total de 170.000 euros a la madre y los seis hermanos del fallecido.
En este sentido, el fiscal, Antonio Maestre, ha modificado sus conclusiones provisionales a la vista de que se condenó al menor por homicidio por lo que, a su parecer, "no parece muy congruente que a los mayores se les pida un delito de asesinato".
Para el fiscal, los hechos narrados son constitutivos de un delito de homicidio de los que deben responder los dos acusados en concepto de autores, sin que concurran circunstancias modificativas, y por el que procede imponer a cada uno de los procesados la pena de prisión de 12 años, accesorias y, en particular, libertad vigilada consistente en prohibición de comunicarse por cualquier medio y de aproximarse a los familiares del fallecido.
Asimismo, ha pedido una indemnización en concepto de responsabilidad civil de 50.000 euros para la madre del fallecido y de 20.000 euros para cada uno de sus seis hermanos.
LA ACUSACIÓN PIDE DELITOS DE ASESINATO
La abogada de la acusación, Dulce Sandoval, considera en cambio que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato del que responderían los dos acusados en concepto de autor. Entiende que no concurren circunstancias modificativas y solicita para cada uno de ellos 30 años de cárcel por este delito de asesinato y la pena de prohibición de aproximación a la familia del fallecido.
Además, solicita para ambos cuatro años de prisión y costas por delito de pertenencia a organización criminal.
Y en cuanto a responsabilidad civil, pide que los acusados indemnicen de manera solidaria a la madre del fallecido con 120.000 euros en concepto de daños morales sufridos por la pérdida; y 15.000 euros para cada uno de los seis hermanos del fallecido.
"Tenemos la suerte de vivir en un mundo digital y en un mundo en el que estamos rodeados de cámaras y tenemos la gran suerte de que van a poder ustedes ver cómo fueron los últimos minutos de vida" de la víctima, tal y como ha trasladado la letrada a los miembros del Jurado.
"Los últimos minutos de vida fue atacado hasta por cuatro personas con palos, con sillas; fue desprovisto de la única herramienta que tenía para moverse, porque tenía una importante dismetría en sus miembros inferiores como recoge la autopsia y como ustedes van a poder comprobar", ha añadido.
Por tanto, ha valorado que la víctima estaba desprovista "de ningún tipo de ayuda y fue agredida hasta por cuatro personas que ustedes van a poder ver tantas veces como deseen; y yo les invito a que la vean cuantas veces sea necesario, porque es difícil identificar quién es quién en esos vídeos".
DEFENSA DE LOS ACUSADOS
La abogada que defiende a los dos acusados, Aída Pérez, ha negado la certeza de los hechos expuestos por la Fiscalía y la acusación particular, al tiempo que entiende que no son constitutivos de delitos, por lo que solicita su libre absolución.
Subsidiariamente, la defensa entiende que los dos acusados podrían ser autores de un delito de lesiones y entendería que podrían ser condenados como encubridores. Además entiende que concurren una serie de atenuantes que serían, en cada uno de ellos, la atenuante analógica de drogadicción y la atenuante analógica de miedo insuperable.
La letrada ha señalado que ella aceptó el caso porque examinó todo el procedimiento porque vio que los dos acusados "son inocentes". "Y eso es lo que me encargaré de que ustedes vean a lo largo de las distintas sesiones que se harán", según la abogada, quien ha recordado que sus dos clientes llevan dos años en prisión provisional por un delito que "no han cometido".
RELATO DE LOS HECHOS
Tal y como se perfiló en los escritos del Ministerio Fiscal, acusación particular y defensas en esta causa, los hechos justiciables se remontan a las 3.00 horas del 26 de mayo de 2023, cuando los dos acusados --acompañados por un menor de edad y el padre del mismo--, se dirigieron a la estación de servicio situada, en la carretera Ronda Sur de Lorca, en la pedanía de Sutullena.
Los cuatro llegaron a la gasolinera a bordo de un coche SEAT Ibiza y en la estación de servicio se encontraba la víctima, de 47 años, que padecía una cojera que le obligaba a usar un bastón y, por ello, estaba sentado en un taburete. La víctima había acudido a la gasolinera en compañía de cuatro amigos, quienes llegaron con él en vehículo Volkswagen Golf.
En ese momento, el padre del menor de edad se bajó del coche y se dirigió a la ventanilla de la gasolinera, acercándose a unos dos metros de la víctima e iniciándose una fuerte discusión entre ambos debido a las malas relaciones y enemistad anteriores.
En concreto, la víctima se levantó de un taburete en el que estaba sentado porque el padre del menor se dirigió hacia él con la intención de agredirle.
En ese momento y a la vista de la discusión, tanto los dos acusados como el menor se bajaron del vehículo en el que viajaban y, actuando en conjunto, propinaron golpes por el cuerpo a la víctima, que perdió su bastón y cayó al suelo donde los tres siguieron golpeándolo. La agresión continuó hasta que tres personas mediaron para pararla.
Sin embargo, cuando los tres desconocidos que habían mediado se marcharon, los dos encausados y el menor de edad volvieron a acercarse a la víctima y, de nuevo conjuntamente, volvieron a propinarle más golpes con gran violencia, desplazándolo hasta una zona más alejada de la gasolinera sin iluminación y lejos de las videocámaras de seguridad.
Los dos procesados usaron el propio bastón de la víctima, el cual habían partido para golpearla. Mientras tanto, el menor de edad utilizó una navaja que sacó de la riñonera que portaba, apuñalando en el corazón al agredido. Mientras tanto, los dos acusados seguían golpeando a la víctima.
A continuación, los dos encausados y el menor de edad se marcharon de la gasolinera a bordo del coche en el que habían llegado y tiraron la navaja usada, dejando a la víctima en el lugar sin dar aviso de su situación y localización. Finalmente, el hombre falleció donde le habían dejado.
La víctima murió por las lesiones ocasionadas por el apuñalamiento con arma blanca. Además, presentaba lesiones contusivas, erosiones y hematomas en la cabeza y diferentes partes del cuerpo.