MURCIA, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
El jefe provincial de Tráfico en Murcia, Francisco Jiménez, destacó hoy, en declaraciones a Europa Press, que los accidentes con víctimas en la Región "se han reducido, al contrario que la tendencia en el país, al pasar de 80 en 2006 a 46 este año, lo que supone un 42,5 por ciento", al igual que las retenciones en las carreteras murcianas, por lo que calificó el balance de "plenamente satisfactorio".
En lo que respecta a las personas que perdieron su vida en las carreteras murcianas durante las vacaciones de Semana Santa, esto es, desde el 30 de marzo, Viernes de Dolores, y hasta las 00.00 horas de ayer lunes, Jiménez resaltó que "este año sólo fallecieron dos personas, mientras que el pasado año fueron tres y en 2005 un total de 12, por lo que ha habido una reducción del 33 por ciento con respecto a 2006".
Este balance "positivo" también queda reflejado en el número de heridos graves registrados en los 46 accidentes de circulación durante este periodo, al "descender de 21 a 13, lo que supone un 38 por ciento; y del 42 por ciento en los leves, ya que pasaron de 86 a 50 personas".
GESTIÓN DEL TRÁFICO
En lo que respecta a la gestión del tráfico, Jiménez consideró que "todos los días ha ido muy bien", aunque opinó que ayer lunes "fue el peor del año en materia de tráfico debido a que en Murcia es día laborable, por lo que está todo lleno de vehículos", unido a que es un día previo a la celebración del Bando de la Huerta en la capital murciana, "por lo que todavía hay mucho más movimiento, además de que en Cataluña y Valencia era fiesta".
Y es que, a juicio del jefe provincial de Tráfico, "esto supuso que se registrara mucha circulación procedente de Andalucía con destino a Cataluña y Valencia, dado que todos los vehículos tenían que pasar por el nudo de Guadalupe y Espinardo, en la confluencia de la A-30, autovía Murcia-Cartagena, con la A-7, Autovía del Mediterráneo".
Al respecto, hizo referencia a las retenciones con las que se saldó el último día de la Operación Especial de Tráfico de Semana Santa en la Región de más de 50 kilómetros en la A-7 y en la A-30 en conjunto, que comenzaron sobre el mediodía y disminuyeron una vez pasada la hora punta, a las 20.00 horas.
Así, el pico máximo que se registró en ambas autovías fue sobre las 20.00 horas, en donde la A-7 presentó 43 kilómetros de retención, y de ocho en la A-30, con circulación irregular y lenta, con paradas esporádicas.
En concreto, desde el mediodía había nivel amarillo de circulación entre los kilómetros 659,000 y 632,000 de la A-7 hacia Barcelona, desde Alhama al nudo de Espinardo; del 752,000 al 764,000, también dirección Barcelona, desde las 17.43 horas, desde el nudo de Churra a la altura de la salida de Santomera; y del 623 al 627, desde las 19.31 horas, hacia Albacete, entre Totana y Alhama.
Igualmente, desde las 11.04 horas, entre los kilómetros 137,000 a 145,000 de la A-30, Autovía Murcia-Madrid, entre el enlace con la N-340 y el nudo de Churra, sentido Albacete. El nivel amarillo equivale a circulación irregular, lenta, con paradas esporádicas.
Por ello, afirmó que "fue el día más difícil de la Semana Santa en lo que respecta al tráfico", aunque recordó que el pasado año "fue peor, porque hubo retenciones importantes a Lorca, con los coches parados".
Y es que en la misma fecha del pasado año, las carreteras de la Región registraron hacia las 20.30 horas unos 74 kilómetros de retenciones, en especial a lo largo de la A-7, desde Lorca y hasta Murcia, así como en la A-30.
No obstante, Jiménez dejó claro que "el resto de días ha ido bastante bien". "En Miércoles Santo hubo pocas retenciones y el Jueves Santo, con el carril habilitado en sentido contrario --tres carriles en la A-7 a Murcia y sólo uno hacia Alicante-- entraron muchos vehículos procedentes de la Comunidad Valenciana, con una gestión bastante buena; mientras que el Viernes Santo fue de una gestión fluida y el Sábado Santo sólo las típicas retenciones de tráfico urbano", concluyó Jiménez.
