LEGANÉS, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un total de cuatro viviendas del inmueble de la calle Carmen Martín Gaite, de Leganés, donde el 3 de abril de 2004 siete terroristas islamistas vinculados a los atentados del 11-M se inmolaron, siguen desocupadas casi dos años después.
Tres de ellas corresponden a familias que residían en el edificio en el momento de la explosión, motivo por el cual decidieron abandonar el barrio, mientras que la cuarta se trata del piso de la primera planta del número 38 en el que se suicidaron los islamistas.
Así lo han confirmado algunos residentes en el edificio que, tras la deflagración, tuvieron que abandonar sus viviendas para que el inmueble de los números 38 y 40 de la citada calle fuese demolido y reconstruido, operación que el Ministerio del Interior cifró en 2,2 millones de euros.
Tras la explosión -que costó la vida también al GEO Francisco Javier Torronteras-, el propietario de la vivienda donde se inmolaron los terroristas decidió sacar a la venta el piso que les había arrendado.
A este piso hay que sumarle los de otros tres inquilinos que, tras la tragedia, no han podido regresar a su antigua vivienda por el impacto psicológico del incidente. "Hay tres viviendas más desocupadas", explicó Enrique García Leal, vecino del inmueble, quien aseguró que los residentes en la manzana están deseando olvidar el trágico suceso. "Creo que ya no hay casi recuerdos -admitió García Leal -, aunque, ahora, con las imágenes que volverán a salir en abril, volveremos a recordar".
Por su lado, el Ayuntamiento confirmó que, en principio, no hay previsión de realizar un homenaje en el monumento dedicado a las víctimas del 11-M y a los vecinos afectados por la explosión del 3 de abril. El año pasado se rindió un pequeño homenaje en el monolito al 11-M con una ofrenda floral.
