Quiere cambiar la percepción que la ciudadanía tiene de la clase política y evitar una "italianización" de España
MADRID, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
El candidato socialista a la Alcaldía de Madrid, Jaime Lissavetzky, ha avanzado este martes que incluirá en sus propuestas electorales una Concejalía de Deportes y la restricción temporal del tráfico cuando los índices de contaminación así lo aconsejen.
El también secretario de Estado para el Deporte ha dado a conocer estas propuestas, que está incluyendo en su borrador de programa electoral, en una entrevista en la Cadena Ser recogida por Europa Press.
Lissavetzky, que ha considerado un "error" la eliminación del Instituto Municipal del Deporte, ha señalado que este campo "debería tener rango de Concejalía", por lo que se ha comprometido a crear una. También ha defendido una gestión "más abierta" de los centros municipales deportivos y concluir la "asignatura pendiente" del estadio de Vallehermoso.
"Nadie con sentido común tira algo para no volverlo a edificarlo. Experimentos... con gaseosa. Sobre todo porque entorno al estadio había muchas federaciones y clubes y ahora el distrito (de Chamberí) queda tocado", ha defendido el socialista. También ha abogado por un uso más "continuo y abierto" de algunas de las instalaciones que se pusieron en marcha con Madrid 2016, como la Caja Mágica.
En las propuestas que está sopesando de cara a la cita con las urnas, Jaime Lissavetzky ha defendido la necesidad de "racionalizar el tráfico privado y fomentar el transporte público", un momento que ha aprovechado para apoyar al ministro de Fomento, José Blanco, reivindicando que baje el precio del billete del Metro, igual que lo ha hecho el de Cercanías, según el socialista.
Con la contaminación de telón de fondo, Lissavetzky ha adelantado que es un firme partidario de "avanzar en la línea de restricción temporal del trafico y en la peatonalización de algunas zonas". "No tengo nada en contra del vehículo privado pero sí de lo que es perjudicial para la salud de los ciudadanos", ha afirmado.
A VUELTAS CON LA DEUDA
El socialista tampoco se ha dejado en el tintero la cuestión de la deuda. "Como concepto no la condeno pero sí ésta, que bate todos los récords de capitales europeas. La deuda no es mala en sí misma, sí (lo es) si supera los límites y se ha hecho por obras muy caras, como la M-30, que no tuvo aportaciones ni de la Comunidad ni del Gobierno (central)", ha argumentado.
En este punto, Lissavetzky ha manifestado que no comparte la decisión de cambiar la sede del Ayuntamiento de Madrid, que ha supuesto, con las obras necesarias, unos 500 millones de euros. Su receta pasa por "más austeridad", algo que cree que no se da con el actual equipo de Gobierno al tener algunos edificios municipales vacíos al tiempo que gasta "bastante dinero" en alquileres.
Por otro lado, el socialista ha dado un tirón de orejas a la Comunidad de Madrid al recordar que la Junta de Andalucía sí permite a los ayuntamientos la participación de sus ingresos, algo que es "posible legalmente". El secretario de Estado para el Deporte ya trabaja en un plan económico-financiero y ha adelantado que defiende una congelación de la presión fiscal y dotar a las tasas de una vertiente más social.
Por otro lado, Lissavetzky ha defendido que el Samur debe seguir dependiendo del Ayuntamiento de Madrid. Después de afirmar que es uno de los servicios más valorados por los madrileños, ha añadido que lo que hay que hacer es "racionalizar las relaciones con el SUMMA, sobre todo en la atención hospitalaria".
Y por último, el candidato ha defendido su apuesta por las redes sociales horas antes de que presente su presencia en ellas de cara a las elecciones del 22 de mayo. "Vivimos en un mundo globalizado y tienes que intentar que te escuchen", ha expuesto tras poner encima de la mesa el "descontento" de la ciudadanía con la clase política.
En su opinión, las redes sociales son un "instrumento útil para acercarse a los ciudadanos. Si no vienen a ti tendrás que ir a ellos. Intento ser heterodoxo y rebelde y a mi edad me lo puedo permitir. Me gustaría intentar que se perciba la política de otra manera y eso es una gran responsabilidad de todos. No quiero una italianización de mi país", ha añadido.
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