BARCELONA 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
El escritor Lorenzo Silva, el último ganador del Premio Planeta con 'La marca del meridiano', ha considerado que una eventual independencia de Cataluña sería negativa para ella y para España, por lo que ha considerado que la mejor opción para el encaje de esta comunidad en el Estado sería una nueva Constitución "sin café para todos".
En declaraciones a Europa Press, Silva se ha mostrado partidario de un Estado federal porque "Cataluña tiene una personalidad que merece y requiere un reconocimiento", y por lo tanto la Constitución de 1978, si bien fue la mejor posible en aquel tiempo, podría actualizarse para dar cabida a un sentimiento diferencial que existe.
La Constitución "no acertó" con el reconocimiento de los sentimientos nacionales, pero eso no aboca a la independencia y se puede solucionar con soluciones intermedias más adecuadas que no conlleven la ruptura de un país con siglos de historia compartida, ha precisado.
Silva, que en la ceremonia de entrega del Planeta ya expresó su deseo de que el meridiano de Greenwich solo sea una línea imaginaria, ha señalado que no tiene ninguna necesidad de que se levanten fronteras entre sus dos vidas: la de Getafe (Madrid) y la de Viladecans (Barcelona).
El escritor ha indicado que España pertenece actualmente a la segunda división europea, y ha augurado que tanto una Cataluña independiente como la España restante bajarían juntas a tercera división con su separación: "Se está frivolizando con la ensoñación de mejora de categoría que tendría Cataluña", ha apostillado.
CONSULTA SOBERANISTA
Por ello, ha señalado que la hipotética consulta de cara a la próxima legislatura se plantea en términos "tramposos", ya que a su entender oculta los inconvenientes de la separación y exagera las supuestas ventajas.
Adicionalmente, ha precisado no entiende cómo una decisión que puede afectar al conjunto de España la podría tomar solo una parte del censo catalán, al recordar también la baja movilización y participación electoral que existe actualmente en Cataluña --el referéndum del Estatut en 2006 registró una abstención del 51,15% del censo y en las últimas elecciones autonómicas de 2010 se quedaron sin votar el 41,22% de los catalanes--.
"No digo que no deba escucharse la voluntad de los catalanes", ha insistido, a la par que ha mostrado su tristeza porque un sector de Madrid muestre desprecio por la cultura catalana, algo que solo es posible desde la ignorancia, ha declarado.
"Yo soy madrileño y vivo entre Madrid y Cataluña. Me considero tan ciudadano de una como de otra. Más que el derecho de nacimiento o de estirpe, lo que te da derecho a ser de una comunidad es tu trabajo en ella", ha remachado.