27M-A.- Marcelino Iglesias se consolida como gobernante autonómico de larga duración con dos posibles socios

ZARAGOZA 28 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, se consolidó en la noche del 27 de mayo como gobernante autonómico de larga duración, siguiendo la tradición de conservar el poder en las Comunidades Autónomas, como ya hicieron otros gobernantes locales, como el catalán Jordi Pujol, el castellanomanchego José Bono o el extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra.

Marcelino Iglesias se situó a la altura de la victoria de 30 diputados que obtuvo el PSOE en 1991 y también cerca del histórico resultado cosechado por los socialistas en 1983 (33 diputados), la única vez que hubo un Gobierno autónomo monocolor, bajo el mandato del altoaragonés José Marraco.

Definitivamente, el también secretario general de los socialistas aragoneses ha logrado derrotar una de las características del modelo político aragonés, la de los Ejecutivos de corta duración. Ya en 2003 se convirtió en el único presidente que ha logrado repetir como ganador y presidente reelegido, y ahora ha consolidado la tendencia.

Aunque el situarse fuera de los terrenos de juego de la política nacional le impiden ser un barón autonómico como los históricos, durante ocho años Marcelino Iglesias ha reforzado su imagen pública y ha entregado a la política aragonesa elementos que, a la larga, están fructificando, como la innegable estabilidad no sólo del Gobierno sino del conjunto de las instituciones elegibles.

Además, tras enfrentarse con un presidente del Gobierno de España del PP, supo no ser indiferente a un José Luis Rodríguez Zapatero que le regaló la derogación del trasvase del río Ebro, en 2004, y el apoyo económico para las obras de la Exposición Internacional Zaragoza 2008.

Hasta ahora, ha aprovechado la inercia económica de España y ha conseguido superar la histórica barrera del millón de habitantes, ya presente durante el reinado de Fernando II de Aragón, situando a la Comunidad en 1.200.000 habitantes, lo que también ha aumentado el número de cotizantes a la Seguridad Social, todo ello consiguiendo crear no sólo trabajos poco cualificados, sino también empleos tecnológicos y para universitarios.

Marcelino Iglesias ha liderado el proceso de reforma del Estatuto de Autonomía de Aragón imprimiéndole un carácter progresista, por elementos como la consolidación del cuarto pilar del Estado del Bienestar, aun rebajando artículos como el relativo a la relación bilateral en materia financiera o la desaparición del derecho de veto a cualquier trasvase.

Como en 2003, Marcelino Iglesias podrá elegir entre el Partido Aragonés y Chunta Aragonesista para gobernar, aunque ya ha demostrado su interés por lo que él mismo ha llamado el "cambio tranquilo" y, además, hace cuatro años se vio en la misma tesitura y eligió al Partido Aragonés.

El candidato del PP a la Presidencia de la DGA, Gustavo Alcalde, vuelve a perder las elecciones autonómicas al conseguir 23 diputados, uno más de los que tenía, pero un resultado insuficiente para gobernar, ya que con los nueve diputados del PAR, su socio natural por ser los dos partidos de centro-derecha, suman 32 diputados, a dos escaños de la mayoría absoluta.

Tampoco ha obtenido su objetivo el alcaldable de la formación conservadora, Domingo Buesa, que sube --como Alcalde-- un puesto y alcanza los 12 concejales, en lugar de los 11 munícipes de la legislatura que ahora acaba, pero tampoco podrá formar la mayoría con el PAR.

Los regionalistas del PAR vuelven a ser la tercera fuerza política a nivel general, puesto que ocuparon durante varias legislaturas y que el pretérito empuje de Chunta en 2003 les arrebató, ocupando el tercer lugar. Ahora recuperan posiciones hasta el 10 por ciento de los votos, aproximadamente, y como siempre son determinantes para la formación de varios gobiernos, aunque no el municipal, uno de los premios gordos que deseaba el 'bicandidato' a la Alcaldía de Zaragoza y la Presidencia de la DGA, José Ángel Biel.

Con el apoyo de los pequeños municipios, la solidez de sus apoyos en la provincia de Teruel, sin recuperar ideología y sin un gran apoyo público en Zaragoza, el PAR ha logrado incrementar votos y representación.

Por su parte, Chunta Aragonesista se desploma desde los nueve diputados autonómicos hasta los cuatro diputados, retrotrayéndose a dos legislaturas atrás. En 1999 obtuvieron cinco diputados y 75.000 votos, aproximadamente, y ahora se sitúan en el doble de los resultados de 1995, cuando entraron por primera vez en las Cortes con dos diputados, Chesús Bernal y Chesús Yuste, y poco más de 25.000 papeletas. Ya en las elecciones europeas de junio de 2004 pasaron de los 100.000 votos obtenidos el 14 de marzo del mismo año por José Antonio Labordeta en las elecciones autonómicas a poco más de 30.000 votos, sin lograr su propia acta de eurodiputado.

Sin embargo, aunque en el Ayuntamiento de Zaragoza han cosechado una derrota similar, pasando de seis a tres concejales, pueden volver a gobernar, lo que aliviará tensiones.

Por su parte, Izquierda Unida consolida su representación en las Cortes de Aragón y entra, después de ocho años, en el Ayuntamiento de Zaragoza, con José Manuel Alonso, recuperando posiciones, posiblemente a costa de Chunta. IU se hace fuerte en la capital del Bajo Aragón turolense, Alcañiz, y otros pueblos de esta provincia, y vuelve al Ayuntamiento de Huesca, precisamente lo que pretendía la coalición, recuperar poder municipal.