MADRID, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -
El grupo parlamentario de Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) y Esquerra Republicana (ERC) consideran que los ciudadanos no entenderán que el Congreso de los Diputados vaya a funcionar con normalidad el próximo 29 de marzo, día elegido por los sindicatos para convocar la huelga general contra la reforma laboral.
Es más, defienden que esa voluntad de dar sensación de normalidad va a provocar "un mayor distanciamiento emocional" de una parte de la ciudadanía para con sus representantes políticos al ver cómo éstos actúan el día de la protesta "como que la cosa no fuera con ellos".
Tras la reunión de la Junta de Portavoces, tanto los diputados Joan Coscubiela (ICV) y Joan Josep Nuet (EUiA-IU), portavoces adjuntos de Izquierda Plural, como el representante de ERC Joan Tardà han denunciado en rueda de prensa que no se hayan atendido sus demandas para suspender el Pleno previsto para el próximo 29 de marzo. De hecho, ese día el Congreso debatirá la convalidación de un total de cinco decretos-ley y pasará su primer trámite parlamentario la Ley de Estabilidad Presupuestaria.
El propio Tardà ha explicado que ha hecho esta propuesta en la Junta de Portavoces no con la intención de que el Congreso se sumase a la protesta sindical, sino para que hubiera un pronunciamiento sobre la conveniencia o no de mantener la actividad parlamentaria de esa jornada. Al someter su solicitud a votación, ésta ha sido rechazada, puesto que sólo ha contado con el respaldo del Grupo Mixto y del grupo parlamentario que comparten IU, ICV y CHA.
¿CON NORMALIDAD?
El mismo éxito ha corrido el escrito que el presidente de su grupo parlamentario, Cayo Lara, envió al presidente del Congreso, Jesús Posada, planteándole que facilite la participación de los diputados y los trabajadores del Congreso en esa movilización social.
Así lo han puesto de manifiesto los representantes de ICV y EUiA en la Cámara Baja, quienes han criticado que todos los grupos parlamentarios, salvo ERC y la Izquierda Plural, argumenten su rechazo a que se suspenda el Pleno del próximo 29 de marzo remarcando la necesidad de que el Congreso funcione "con normalidad" y de que los diputados cumplan con las funciones que la Constitución les tiene encomendadas.
Para Coscubiela, estos argumentos tienen "una cierta incongruencia" porque, según ha apuntado, "por mucho que se empeñe el Congreso, el 29 de marzo no será un día normalidad, sino de una importante resistencia civil ante una agresión tan importante como lo es la reforma laboral".
"Argumentar la normalidad no es de recibo", ha añadido el parlamentario catalán, quien ha cuestionado que se afirme que el día de la huelga la preocupación de los diputados deben ser los problemas de los trabajadores y la solución al desempleo, una preocupación, ha subrayado, que su grupo parlamentario tiene "los 365 días del año". Por ello, ha insistido en que lo mejor que pueden hacer los diputados de IU-ICV-CHA es secundar la huelga y que ésta cuente con el mayor respaldo posible.
EL PP HA CONSEGUIDO SU OBJETIVO
Dicho esto, Coscubiela ha criticado singularmente la posición adoptada por los socialistas con respecto a la huelga y ha dicho no entender cómo pretenden dar normalidad institucional a una jornada como la de la huelga.
"Ello nos lleva a pensar que el PP ha conseguido su objetivo, y es que tiene intimidado al PSOE en su posición de oposición a la reforma laboral", ha llegado a decir el diputado ecosocialista, quien ha pedido a los socialistas que acompañen más a la izquierda social en su planteamiento "nítido" de rechazo a la reforma laboral.
Así las cosas, el próximo 29 de marzo sólo los diputados de IU-ICV-CHA, de Esquerra, del BNG y de Amaiur, que suponen el 7 por ciento de la Cámara, secundarán la huelga de los sindicatos y en la mayoría de los casos el dinero correspondiente a esa jornada laboral lo destinarán a diferentes ONG o fundaciones.