Absuelto el marido de la propietaria de una guardería de Almería acusado de abusar sexualmente de tres niñas

Actualizado: lunes, 11 febrero 2008 15:52

ALMERÍA, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado de lo Penal número cuatro de Almería ha absuelto a J.L.G.R., el cónyuge de la propietaria de una guardería de Retamar (Almería) para el que la Fiscalía pedía nueve años de prisión por un presunto delito de abuso sexual contra tres niñas menores de edad matriculadas en el centro en el año 2003.

En la sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, la juez Amparo López consideró que de las periciales y los informes forenses practicados a las tres menores no se desprendían pruebas suficientes para enervar la presunción de inocencia del acusado, por lo que aplicó el principio de 'in dubio pro reo' al estimar que los hechos imputados no estaban acreditados tal como pudieron percibir las familias.

En sus conclusiones, expuestas en la última sesión del juicio el pasado 25 de enero, la Fiscalía elevó a definitiva sus peticiones de tres años de cárcel por cada una de las tres menores cuyos padres denunciaron abusos sexuales, mientras que la acusación particular elevó la pena a cuatro años por niña.

Ambas reclamaban igualmente para la esposa del acusado y propietaria del centro, E.M.N., el pago de una multa como presunta responsable civil de los hechos juzgados, que se remontan al 11 de marzo de 2003 cuando el padre de una de las tres alumnas denunció ante la Policía Nacional que su hija había afirmado que J.L.G.R. le realizó tocamientos con la mano y la lengua en varias partes del cuerpo tras pedir al resto de niños de la clase que no miraran.

Unas horas antes la madre de la misma niña solicitó en la Clínica Mediterráneo la práctica de una exploración de su hija, de cinco años de edad, por un supuesto abuso sexual en la guardería, tras lo que el personal de la clínica dio aviso a la Policía Nacional, a pesar de que no halló signos de violencia en la menor.

Las diligencias fueron remitidas entonces al Juzgado de Instrucción número dos de la capital, que abrió una investigación para dirimir si otros menores habían sido víctimas de hechos similares a los denunciados y en el curso de la cual otras dos familias de niñas de entre tres y cinco años de edad se personaron en el proceso contra el acusado, que negó los cargos durante la vista oral.