Un acusado de asaltar un prostíbulo en Barcelona dice que disparó a los Mossos porque se tropezó

Juicio Por El Asalto A Un Prostíbulo En Barcelona
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 23 abril 2012 17:03

No llevaban chalecos antibalas porque el coche patrulla no iba bien equipado

BARCELONA, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -

Uno de los dos acusados de asaltar un prostíbulo regentado por chinos en la calle Aragón de Barcelona en marzo de 2010 afirma que se le disparó el arma cuando se tropezó mientras huía de dos Mossos d'Esquadra que querían darle caza.

Los dos procesados Ovidu B. y Dragos Emil H., han reconocido este lunes ante el juez que se dirigieron al prostíbulo porque el primero de ellos quería reclamar 1.600 euros al dueño, con lo que el segundo le acompañó.

Según ha relatado una empleada del lugar, que ha declarado escudada por una mampara para evitar el contacto visual con los acusados, los dos asaltantes se presentaron con abrigos largos para esconder los rifles, e identificándose como policías.

Pidieron la documentación a las trabajadoras, las obligaron a agacharse y a entregar sus pertenencias, entre las que había móviles y carteras, además de discutir con la encargada durante una hora en una de las habitaciones.

Tras el asalto, llegaron los verdaderos policías, quienes fueron avisados por la encargada de origen asiático con un "Aquí, aquí, aquí", llegando los dos mossos a vislumbrar una silueta que se perdía en la oscuridad del pasillo.

ENTRE SÁBANAS

La persecución los condujo a la terraza del inmueble donde, según ha detallado uno de los dos mossos heridos, había multitud de sábanas tendidas que dificultaban la visión, dado que también era de noche.

Como ha reconstruido la Fiscalía, que pide 21 años de prisión para ambos, los dos ladrones se agazaparon en uno de los muros de la terraza y esperaron a que saltaran los policías para dispararles con rifles de caza manipulados, ya que les habían cortado el cañón y la culata.

Es una versión sustancialmente distinta a la de Ovidu B., quien ha señalado que se cayó al saltar una tapia y que por eso se le disparó la escopeta, agregando que "no les quería hacer daño" y que su compañero no estaba con él en ese momento.

Coincidiendo con éste, Dragos Emil H. ha negado haber disparado el arma y ha declarado que cuando oyó la detonación se estaba escapando por la terraza de los vecinos, hasta llegar a un parking, atravesar la calle y esconderse en un bar.

Sin embargo, los Mossos no llevaban chaleco antibalas y en sólo un disparo, recibieron múltiples impactos mayoritariamente en el torso, con lo que si hubieran ido bien equipados podrían haber evitado las heridas y sus consecuencias, puesto que la pólvora permanece de por vida en el organismo humano.

Según ha explicado uno de los agentes, que recibió hasta 53 perdigones y que sufre ansiedad, el coche patrulla no disponía de chalecos y, en caso de que los hubiera habido, éstos no eran adecuados para este tipo de persecuciones porque son "muy rígidos y dificultan la movilidad".

Y es que los dos mossos aún tienen perdigones en su cuerpo que, según fuentes de la Asociación para a la Integración Laboral de los Mossos d'Esquadra Discapacidad (Ail-Med) --que ejerce de acusación particular-- pueden afectarles sus conexiones neuronales e incluso su salud mental.

Los peritos que han comparecido durante la vista oral han coincidido en que, si bien estas heridas no ponen su vida en peligro, los agentes deben realizarse entre 10 y 15 visitas médicas al año por prevención.

Tanto la citada asociación como los sindicatos de Mossos han criticado reiteradamente la falta de chalecos antibalas en el Cuerpo de Mossos d'Esquadra, remarcando que la compra de esta protección va muchas veces a cargo de los mismos policías.

Los dos procesados están acusados de un delito de robo con intimidación, un delito intentado de asesinato y otro de tenencia ilícita de armas; además de la pena de cárcel ha solicitado una indemnización de entre 20.000 y 23.700 para cada uno por lesiones y secuelas.