GIRONA 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
Uno de los dos acusados de asesinar a un taxista de Lloret de Mar (Girona) en verano de 2002 negó hoy ante la Audiencia de Girona su participación en el crimen, aunque los principales encubridores en sus declaraciones sí le inculparon. El juicio tiene que esclarecer el grado de implicación de los cuatro acusados que se enfrentan a penas de prisión de hasta 27 años.
Francisco G.F. declaró que no tuvo nada que ver con el asesinato del taxista y, a preguntas del fiscal, explicó que la noche del suceso salió de fiesta con Iván R., el otro principal implicado en el asesinato. También dijo que no sabe qué hizo su amigo cuando se separaron. También explicó que vio otra vez a Iván R. cuando ya salía del municipio.
Francisco G.F. lleva tatuado en la pierna un revólver del calibre 28, que coincide con la misma arma utilizada para asesinar al taxista. De todos modos, el acusado dijo ante el tribunal que es una coincidencia.
La víctima, Paulino C. de 37 años, apareció el 1 de julio de 2002 dentro de su coche con un disparo en la cabeza, el motor del vehículo encendido y el cristal de la puerta del conductor roto. El cadáver lo encontró por la noche otro compañero taxista que vio el vehículo estacionado junto a la entrada de la urbanización Canyelles, en la cala del mismo nombre.
Desde el primer momento, los investigadores descartaron que el móvil fuera el robo, ya que en el coche encontraron la cartera del taxista. Dos años después de los hechos, los Mossos d'Esquadra detuvieron a Francisco G.F. e Iván R. como presuntos autores materiales, quienes ingresaron en prisión. Los acusados se enfrentan a penas de 27 y 21 años de cárcel, respectivamente.
Tanto la Fiscalía como la familia de la víctima mantienen que los acusados actuaron de sicarios por encargo de terceros. Además de estas dos personas, también están acusadas por encubrimiento la pareja de Francisco G.F., Isabel R., y el hermano de la misma, Francisco J.R.. Las acusaciones piden para cada uno de ellos un año de prisión.