El agresor de dos presos etarras en la prisión de Almería recurre la sentencia que le condena a dos años de cárcel

Actualizado: domingo, 25 febrero 2007 12:28

ALMERIA, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -

El agresor de dos presos etarras ingresados en el centro penitenciario de El Acebuche (Almería), J.A.M., ha recurrido la sentencia dictada por el Juzgado de lo Penal número tres de Almería que le condena a dos años de prisión y al pago de una multa de tres euros diarios durante un mes por producir lesiones a Francisco Ruiz Romero con un objeto punzante y por una falta de lesiones a Jon Koldo Aguinagalde, miembros de ETA, durante una reyerta ocurrida en la cárcel almeriense.

Así lo confirmó a Europa Press el letrado del agresor, Mariano Bo, quien especificó que el recurso ante la Audiencia Provincial de Almería fue presentado el pasado miércoles, 21 de febrero, en base al "factor eximente de que mi cliente actuó con miedo porque sabía que iba a ser agredido, por lo que consideramos que la condena es excesiva".

La sentencia también establecía que J.A.M. tenía que indemnizar a los dos etarras con 24 euros por cada día de curación y 48 euros por cada día de incapacidad ocasionado.

Los hechos sucedieron el 6 de octubre de 2004 cuando J.A.M., según explicó su abogado, que estaba en prisión por tráfico de estupefacientes, se vio envuelto en una discusión en las duchas de la prisión con Francisco Ruiz --que cumple una condena de 30 años de prisión por el asesinato el 6 de mayo de 1998 del concejal de Unión del Pueblo Navarro (UPN) Tomás Caballero-- por una tarjeta de teléfono.

A continuación, en el patio del Acebuche, Ruiz se dirigió a Aguinagalde --ingresado en El Acebuche por los asesinatos del guardia civil Angel Zapatero, al que colocó una bomba en los bajos de su vehículo en 1984, y del carnicero Lorenzo Mendizábal, al que asesinó en Hernani (Guipúzcoa) ese año-- y le explicó lo sucedido, por lo que ambos se abalanzaron sobre J.A.M., desembocando en una reyerta en la que el condenado les agredió con un pincho.

Los dos presos etarras también fueron considerados autores en el juicio de sendas faltas de lesiones, por las que se les impuso el pago de las mimas indemnizaciones que a J.A.M., y al pago conjunto y solidario de otros 432 euros.