BARCELONA, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
El empresario Sergi Alsina ha asegurado este viernes ante el juez como imputado que el empresario del sector de las ITV Ricard Puignou lo contrató para hacer gestiones a nivel político porque era un buen negociador y no por ser amigo íntimo del exsecretario general de CDC Oriol Pujol, han explicado a Europa Press fuentes judiciales.
Así lo ha asegurado en su declaración en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que investiga los presuntos amaños para beneficiarse de un nuevo reparto en la distribución de las estaciones de servicio de ITV, caso en el que también están imputados Oriol Pujol y Puignou, entre otros.
Puignou reconoció cuando lo interrogaron el martes que había pagado a Alsina 12.000 euros al mes durante un año, según él para que le abriese puertas a nivel político, pero negó que ello estuviera encaminado a lograr influencia del político.
Este viernes, Alsina, en el arranque de su declaración y sin que nadie le preguntase, ha asegurado que no tiene ningún tipo de relación profesional ni negocios con Oriol Pujol sino que simplemente son amigos.
Los investigadores sospechan que Oriol Pujol mantenía contacto habitual con Alsina para que se pudiera llevar a cabo el nuevo plan de ITV para presuntamente amañar el reparto de estaciones y sacar todos beneficio económico, incluyendo al político convergente.
En su primera declaración en el Juzgado de Instrucción 9 de Barcelona --que se encargó del caso hasta que con la imputación de Oriol Pujol pasó al TSJC--, Alsina reconoció que informaba al político de las gestiones que realizaba, según él para buscar una solución al bloqueo en el que estaba en el concurso.
Alsina explicó entonces que le informaba porque "era consciente de la preocupación que tenía de cómo estaba el concurso de las ITV" y por la preocupación que tenía la Administración sobre este asunto, pese a que el político no tenía ningún cargo en el Govern.
El empresario sí que ha reconocido haber tenido relación laboral con la esposa del político, Anna Vidal, y ha explicado que trabajó para él durante tres años y que después tuvieron una colaboración esporádica.
La propia Vidal, en su declaración ante el juez como testigo hace unos días, reconoció haber cobrado de Alta Partners --la consultoría de Alsina-- 200.000 euros, según ella, por trabajos de asesoramiento relacionados con la deslocalización de la empresa Sharp.
