Deja en manos del partido continuar en la Diputación hasta 2011, pero dice que inició "la carrera para desaparecer de la política"
ORENSE, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
El último de los barones del PP que abanderó el sector de la boina, José Luis Baltar Pumar, anunció hoy que no optará a la reelección como presidente del PP de Orense, cargo que ocupa desde que en 1992 Centristas de Galicia se integró en las filas populares, y defendió el "derecho" de su hijo, José Manuel Baltar --vicepresidente del Parlamento gallego--, a optar a su sucesión.
"Tendrá derecho igual que los demás", aseveró el también presidente de la Diputación Provincial de Orense, quien defendió que su hijo "no es tonto", por lo que él no va a ser "quien le diga que no participe" en el congreso del 30 de enero de 2010. "No quiero torcer para nada la vocación que él tenga. Va a un congreso y lo que salga de ahí, porque no es constitucional vetar a alguien por su apellido", advirtió el veterano político, que en su momento había defendido que "de Fraga para abajo, democracia".
Baltar Pumar, de 69 años de edad, reconoció que "los vínculos familiares son los que son", aunque puntualizó que él no participará "para nada" en el proceso congresual, aunque ostentará el cargo de presidente "hasta el día 30 de enero". "Para eso nombramos una comisión organizadora que tomará las resoluciones", afirmó.
Por su parte, José Manuel Baltar, quien hoy evitó hacer declaraciones y se remitió a una rueda de prensa convocada para mañana en Orense, había condicionado la presentación de su candidatura a la Presidencia del PP de Orense a que su padre no optase nuevamente a la reelección.
En la carrera por la sucesión podría encontrarse con rivales, puesto que el delegado de la Xunta en Orense, Rogelio Martínez, ya ha advertido que habrá alguna candidatura alternativa, aunque sin aclarar quién las podría liderar. Es más, ayer mismo Martínez pidió a Baltar Pumar que siguiese al frente del PP de Orense "una temporada más" para mostrar "conflictividad cero", aunque hoy ha evitado pronunciarse públicamente.
LLAMAMIENTO A LA UNIDAD
No obstante, el presidente de las filas populares en los últimos 17 años quiso alejar todo riesgo de ruptura dentro del partido. "No puede haberla porque se trata de un proceso normal que no tiene porqué alterar para nada el PP", afirmó para reafirmarse en que "no se puede dar una escisión porque esto tenía que pasar tarde o temprano".
Es más, se mostró confiado en que el PP puede obtener "mejores resultados que hasta ahora porque en la gente nueva se ven ilusiones y nuevos métodos de trabajo". "Yo no soy de los que se alegra si a partir de ahora los resultados del PP no son tan buenos como los que tuvo hasta ahora. Al contrario, yo quiero que el PP tenga unos resultados mejores que los que tenía cuando estaba yo", dijo.
Emocionado y con la voz quebrada en varios momentos durante su discurso, José Luis Baltar argumentó que "está decidido", cumplirá su promesa de no volver a presentarse al congreso provincial del PP, aunque reconoció que le costó "mucho" adoptar esta decisión porque durante los últimos días recibió "presión y cariño" de gente que le pedía que continuase.
Al respecto, aseguró que, "más por amistad que por ninguna otra cosa", le "emociona" que las personas "todavía ayer por la noche" le pedían que volviese a presentarse a la reelección, aunque también le transmitieron "que entendían" su postura y que tiene "derecho a tomar una decisión personal". "Lo decidí y está hecho, ya está y no hay vuelta atrás", sentenció.
Momentos antes de su intervención pública, Baltar ya daba alguna pista a los militantes del PP que acudieron a la sede para conocer de primera mano su decisión, ya que les preguntaba: "venís al entierro" o "da algo para los responsos". "Si teníais alguna apuesta, ya está hecho", agregó.
RESPETO A SU DECISIÓN
Por ello, Baltar solicitó "respeto" para su decisión "personal" porque es "consultada y analizada concienzudamente". "No es algo que decidí de la noche para la mañana", confesó y explicó que le transmitió su determinación al presidente del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, "a primera hora de esta mañana".
Según comentó, Feijóo le expuso "respeto" por su opción y que "no tenía nada que decir porque es una decisión personal". Baltar y Feijóo mantuvieron difíciles relaciones al principio de la carrera política del ahora presidente de la Xunta, pero finalmente el barón orensano acabó dándole su apoyo para el congreso de la sucesión de Manuel Fraga a costa del fallecido Xosé Cuiña, con quien en otros momentos integraba el sector de la boina junto a Francisco Cacharro Pardo, ex presidente de la Diputación de Lugo y del PP de esa provincia.
Baltar quiso dar las gracias a sus colaboradores durante estos años y pedir "disculpas" por "los fallos" que pudo haber cometido --"si algún fallo hubo, fueron todos debidos a mí", dijo-- y alegó que "no tenía más misión que estar al frente de este proyecto que es de todos". "Es un trabajo en equipo de la gente que trabajó y colaboró durante tantos años, pero llegó el momento", relató.
"DESAPARECER DE LA POLÍTICA"
Al respecto, explicó que con esta "difícil" decisión, inicia "la carrera para desaparecer de la política", pero puso su continuidad al frente de la Diputación Provincial de Orense, que preside desde 1990, en manos del partido. "Inicié la primera y la segunda que me la marque el partido", expuso.
En todo caso, matizó que él está dispuesto a concluir la legislatura hasta 2011 al frente de la Diputación de Orense, aunque "si hay que dejarla antes, se deja". No obstante, reconoció que para que haya una verdadera renovación, en las próximas elecciones municipales, él no debería ir en las listas populares.
"Salvo que me lo pida el partido", puntualizó. Su intención, garantizó, es "no estorbar", pero subrayó que está "siempre" a disposición del partido para "trabajar" por ese proyecto cuando lo "necesiten".
Acerca de los motivos que lo llevaron a dar definitivamente el paso de su retirada, Baltar Pumar señaló que llega una edad "en la que hay que dejar paso ya", pero apuntó también a que pretende responder a quienes lo criticaban por los años que llevaba al frente de sus cargos.
"Algunos me querían acusar de que me quería perpetuar en los cargos", dijo para contraponer: "queda claro que cuando todo el mundo me pide que siga al frente del partido, yo tomo la decisión de marcharme". "Eran acusaciones de interés partidista", juzgó.
