(Ampl) Seis policías y tres vecinos heridos leves en un carga policial por el desalojo de la Cañada Real, en Madrid

"Parecía Palestina, una batalla campal. Portaban armas blancas e incluso le quitaron la pistola a un municipal", afirma un sindicato

Europa Press Nacional
Actualizado: jueves, 18 octubre 2007 15:41

MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -

Seis policías y tres vecinos han resultado heridos, por el momento, en el transcurso de una carga policial efectuada este mediodía por agentes de la Policía Municipal y de la Unidad de Intervención Policial (UIP) ante la resistencia un centenar de marroquíes y gitanos rumanos que se oponen al desalojo de sus chabolas en la Cañada Real Galiana, informó a Europa Press un portavoz de Emergencias Madrid.

Los heridos policiales son cuatro agentes nacionales y dos municipales, que fueron atendidos por sanitarios de las ocho unidades del Samur desplazadas al lugar de hechos, y llevados posteriormente al hospital Gregorio Marañón en estado leve. Presentaban contusiones en brazos, cabeza y cara, provocadas por impactos de piedras, botellas y bombonas de butano, entre otros materiales arrojados con contundencia.

Entre civiles heridos, se encuentra una mujer embarazada con un golpe en la espalda, un varón de 18 años con contusión ocular y un hombre de 60 años con un golpe en los genitales. Los tres son de origen marroquí y fueron desplazados al hospital Gregorio Marañón con pronóstico leve.

"BATALLA CAMPAL COMO PALESTINA"

Dos grupos de la UIP, conocidos como antidisturbios, y agentes de la Policía Municipal, acudieron esta mañana al poblado chabolista de la Cañada Real Galiana, situada en el distrito de Vallecas, en el límite de la capital con Rivas-Vaciamadrid, cerca del vertedero de Valdemingómez, para proceder a los desalojos y posteriores derribos de las infraviviendas ilegales, cumpliendo así una orden judicial.

Entonces, sin mediar negociación, un centenar de vecinos comenzó a arrojar a los policías decenas de bombonas de butano, piedras y otros materiales contundentes, como ladrillos, tejas y botes y botellas, informó a Europa Press el portavoz de la Confederación Española de Policía (CEP), Rodrigo Gavilán.

"Esto parecía Palestina, una auténtica batalla campal. Varios marroquíes portaban armas blancas e incluso le ha quitado la pistola reglamentaria a un policía municipal. Cuando ven una cámara de televisión, se tiran al suelo para expresar victimismo, pero después se levantan y empiezan a tirar piedras", manifestó el portavoz sindical.

Gavilán aseguró que los más pequeños fueron los más contrarios al desalojo y los más agresivos. Así, recordó las más de 100 denuncias interpuestas por camioneros que transitan por la zona a consecuencia de las roturas de ruedas o otros desperfectos ocasionados, al parecer por pinchos triangulares colocados en la calzada por niños procedentes de este núcleo marginal. "De la Cañada Real Galiana salen todos los días cientos de menores rumanos que roban en el centro de la capital", añadió.

Asimismo, recordó que el poblado chabolista es un núcleo permanente de inseguridad, de delincuencia y de venta de drogas y culpó a las Administraciones de abandono de la zona, "ya que los niños están sin escolarizar, no entra ni el camión de basura, si Hacienda, ni incluso, a veces, la Policía".

Por último, el portavoz del CEP mostró su "apoyo incondicional" a los policías que han trabajado hoy el poblado y a la Jefatura Superior de la Policía "en el buen hacer en las medidas proporcionales en el desalojo del poblado".

EL DESALOJÓ COMENZÓ EL 9 DE OCTUBRE

El pasado 9 de octubre, máquinas excavadoras derribaron un total de 25 viviendas ilegales construidas en la zona musulmana del poblado chabolista. Los afectados se quejaron de no habían sido informados "en tiempo y forma" y con acuse de recibo, es decir, bajo una notificación legal, aunque fuentes policiales lo desmintieron.

Durante el desalojo, se vivieron momentos de tensión, ya que los afectados increparon a los policías, aunque finalmente no se produjo ninguna detención. Sin embargo, el único incidente lo protagonizó una mujer de unos 50 años, que se desmayó al sufrir una crisis nerviosa y tuvo que ser atendida por los sanitarios desplazados hasta el lugar.

Precisamente hoy, un juez de lo Contencioso Administrativo tiene que decidir si el Ayuntamiento de Madrid puede proseguir con el derribo de siete viviendas ubicadas en la Cañada Real Galiana, tras la suspensión cautelar promovida por los afectados, la mayoría ciudadanos marroquíes y rumanos asentados en el kilómetro 14 de la carretera de Valencia.

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