ZARAGOZA 5 Ene. (EUROPA PRESS) -
La colocación de dos artefactos explosivos en el Parador nacional de Sos del Rey Católico es el cuarto atentado de la banda terrorista ETA que se registra en Aragón en los últimos ocho meses, todos ellos en Zaragoza y provincia.
El 10 de junio de 2005, ETA hizo estallar un artefacto en las proximidades del aeropuerto de Zaragoza sin que provocara heridos, aunque sí algunos escasos daños materiales. Agentes de la Guardia Civil desactivaron un segundo tubo de PVC que debía actuar a modo de lanzagranadas. ETA había alertado de sus intenciones con anterioridad, con una llamada al diario 'Gara'.
A las 11,00 horas de ese día, se recibieron sendas llamadas en el diario 'Gara' y en la DYA en las que se advertía, en nombre de ETA, que estallarían varias bombas en el aeropuerto de Zaragoza entre las 12,00 y las 14.00 horas. En ese intervalo de tiempo se produjo una explosión, poco antes de las 12.30 horas, a unos 300 metros de las instalaciones.
ETA utilizó tubos de PVC a modo de lanzagranadas. El dispositivo desplegado por Policía y Guardia Civil permitió localizar dos tubos a unos 400 metros del aeropuerto. Uno de ellos contenía todavía una granada en su interior, que los TEDAX del Instituto Armado pudieron desactivar.
Los dos tubos de PVC que utilizaron los etarras tenían una longitud de 120 centímetros y una anchura de 90 milímetros y contaban con temporizadores con capacidad para un año. Ambos tubos estaban instalados en una plataforma metálica en una zona de maleza en la inmediaciones del aeropuerto. Las granadas que utilizaron los terroristas eran de tipo Mekar.
El 12 de octubre un comunicante anónimo, con la voz distorsionada, alertó en una llamada a (DYA) de Guipúzcoa a las 9,06 de la mañana de ayer de la colocación de un lanzagranadas en las inmediaciones del aeropuerto de Zaragoza, aunque la distorsión de la voz impidió a los receptores de la llamada saber con seguridad si había dicho que explotaría a las 11,00 o a las 12,00 horas. No se originó ninguna explosión y las fuerzas de seguridad no encontraron el artefacto
El día 24 de ese mismo mes la Guardia Civil localizó a tres kilómetros del aeropuerto de Zaragoza una granada tipo Mekar y dos lanzagranadas. La banda envió un croquis a Gara con la ubicación, lo que facilitó su hallazgo.
Las granada de uno de los tubos había sido lanzada, pero la del segundo fue desactivada por los GEDEX del Instituto Armado. El lugar del hallazgo es un paraje situado a unos 200 metros de la valla norte del polígono industrial Centrovía, en el municipio de La Muela, situado entre la autovía Zaragoza-Madrid y las instalaciones aeroportuarias de la capital aragonesa, que incluye el aeropuerto civil y la base aérea militar.
El 27 de septiembre, ETA colocó otro artefacto en otro punto de la provincia de Zaragoza, una central eléctrica en desuso ubicada en Añón del Moncayo. El artefacto estaba compuesto por dos kilos de un material explosivo y ocasionó daños materiales de escasa consideración.
La deflagración abrió un agujero en la tapia de la caseta que alberga la central eléctrica de 60 centímetros de diámetro y 50 de profundidad. Una llamada a DYA de San Sebastián anunció la colocación del artefacto y de que iba a estallar a las 8,00 horas, aunque lo hizo un poco antes.
Esta mañana, una llamada en nombre de la banda terrorista advertía de la existencia de sólo un artefacto en las inmediaciones del Parador nacional de Sos del Rey Católico. Sobre las 8,05 horas, se ha producido la explosión. Este artefacto estaba colocado en un repetidor de telefonía móvil ubicado a menos de 600 metros del parador. Por la cercanía, las fuerzas de seguridad han pensado que éste era el explosivo del que se hablaba en la llamada de aviso.
No obstante, pocos minutos más tarde se produjo una segunda detonación. Esta vez, el explosivo estaba colocado en una de las puertas laterales del Parador Nacional de Sos del Rey Católico.