Bono dice que el proyecto de ley de Montjuic sólo ofende al que no quiere a España y la ve como "una madrastra" opresora

Actualizado: jueves, 16 marzo 2006 13:10

MADRID, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Defensa, José Bono, afirmó hoy que las condiciones del proyecto de Ley de cesión del Castillo de Montjuic al Ayuntamiento de Barcelona --la permanencia de la bandera española en lugar preferente junto a las enseñas catalana y barcelonesa y la continuidad de un retén militar en la fortaleza-- sólo ofenden "a quien no quiere a España" y la ve como "una madrastra que ha oprimido a los pueblos que la integran".

"¿A quién le puede molestar que ondee la bandera de España?. A quien cree que España es una madrastra que ha oprimido a los pueblos que la integran. Pero somos muchos los que, corresponsables con nuestra propia historia, sabemos que España la hacemos entre todos y que no ha sido madrastra de ningún pueblo sino madre", afirmó Bono, en respuesta a una pregunta sobre la cesión planteada al jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general de Ejército Félix Sanz, en los 'Desayunos Informativos' de Europa Press.

Cuestionado sobre si cree imprescindible que un retén militar se encargue de custodiar las antenas que alberga el histórico emplazamiento, el JEMAD eludió responder argumentando que ese asunto no le compete a él sino al ministro de Defensa y procedió a cederle la palabra.

Tras resaltar la carga simbólica y de dolor de la fortaleza e ironizar sobre si ofendería a alguien que en el Castillo de Loira (Francia) ondeara la bandera gala, el titular de Defensa incidió en que no se pretende que Montjuic albergue ninguna enseña distinta a la de la nación a la que pertenece y defendió una vez más la presencia de una unidad militar compuesta por "cinco o seis" efectivos para custodiar unas antenas "útiles para la defensa nacional".

Bono hizo hincapié en que la presencia del retén y la bandera nacional sólo pueden molestar "a quien no quiere a España" y a quien la considera "una madrastra" que ha oprimido a los pueblos que la conforman, frente a aquellos que, como él, estiman que es "una madre". El ministro concluyó su intervención haciendo un llamamiento a no hacer exhibiciones de agravios como "vecinos envidiosos".

"Todos hemos padecido las dictaduras y las desgracias en unos sitios más que en otros", indicó, antes considerar que la persecución lingüística por parte del "maldito imperio", en referencia a la época franquista", fue "gravísima" aunque en la misma medida que lo fue el analfabetismo que asoló entonces su comunidad, Castilla-La Mancha. "Acaso no había ahí una discriminación de orden cultural por lo menos tan grave como la otra. No hagamos exhibición de agravios como vecinos envidiosos sino como hijos de una misma patria", señaló.