Helicóptero de la Policía Nacional
CEDIDO POR POLICÍA NACIONAL
Actualizado: viernes, 2 junio 2017 17:32

MADRID, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -

La detención en Italia del responsable de infraestrucutra de una red de trata con fines sexuales ha permitido a la Policía Nacional dar por culminada una investigación de dos años en la que han sido arrestadas once personas en España, Marruecos e Italia, así como liberar a 36 víctimas de una organización criminal que controlaba la ruta del Estrecho para el tráfico de seres humanos.

Esta actuación forma parte de una operación en la que Policía Nacional se ha coordinado con los cuerpos policiales de Marruecos, Austria e Italia. El pasado mes de febrero se desarticuló casi una red que gestionaba el tráfico de la mayoría de las pateras que han llegado a nuestro país atravesando el Estrecho de Gibraltar desde 2008.

El último arrestado se encargaba de establecer una base sólida y estable para alojar a las mujeres captadas en sus países de origen. Una vez las víctimas llegaban a Italia, se alojaban en campos de refugiados, de donde el arrestado las sacaba y alojaba en la red de pisos que disponía para gestionar su rápido traslado a España. Posteriormente viajaba con ellas y las entregaba a los tratantes personalmente para comenzar a amortizar el dinero invertido en el desplazamiento.

Las indagaciones comenzaron en el verano de 2015 y desde entonces se han desarrollado tres fases. La primera de ellas comenzó con la detección en Ceuta de una menor de 16 años víctima de trata de seres humanos. La liberación de la menor y las gestiones posteriores practicadas llevaron a los agentes hasta una organización criminal de origen nigeriano, especializada en la explotación sexual de mujeres, también de origen nigeriano asentada en Torrevieja (Alicante).

Tras reunir indicios suficientes, en febrero de 2016 se procedió a la detención de siete de los miembros de la organización, entre ellos dos mujeres, responsables directas de la explotación de 39 mujeres, que sometían continuamente a rituales de vudú en los que las aleccionaban para que no denunciaran su situación a la policía bajo amenazas de muerte.

LOS JEFES ERAN NIGERIANOS

En la segunda fase de la operación, y gracias a la colaboración de las autoridades marroquíes, los agentes españoles identificaron a tres de los más importantes traficantes de personas, que controlaban la ruta migratoria marítima entre el norte de Marruecos y la Península Ibérica, todos ellos de nacionalidad nigeriana y responsables de la práctica totalidad de pateras que cruzaron el Estrecho de Gibraltar desde el año 2008.

Uno de ellos gozaba de gran consideración entre la comunidad nigeriana asentada en Marruecos, ya que era el único con suficiente poder adquisitivo como para costear las embarcaciones tipo patera y los motores, en los que habrían cruzado el estrecho de Gibraltar miles de inmigrantes sin las mínimas medidas de seguridad. Contaba con escolta privada y cuando llegaba a lugares frecuentados por compatriotas, como restaurantes o la Iglesia, todos los allí presentes se ponían de pie en señal de respeto.

Otro de los detenidos, también pieza clave dentro de la organización, según la Policía, estaba asentado en Tánger y se encargaba de ir a buscar a las víctimas a Nigeria y trasladarlas personalmente hasta Marruecos. Se caracterizaba por agredir tanto física como sexualmente a las víctimas durante los trayectos, así como en Tánger, donde las alojaba hasta recibir las indicaciones el anterior para embarcarlas en una patera rumbo a España.

Por último, el tercero de los arrestados era el encargado de desviar la ruta migratoria hacia Libia con el fin de abaratar los costes y aprovechar los flujos migratorios que actualmente tiene lugar en esa zona. Trasladaba a las víctimas desde Nigeria hasta Libia para que desde allí, entraran en el Espacio Schengen a través de Italia. Durante los trayectos, alojaba a las víctimas obligándolas a ejercer la prostitución si eran mayores de edad o la mendicidad si eran menores.

Más noticias

Leer más acerca de: